Leche Gaza espera cerrar 2020 con una facturación por encima de los 37 millones de euros. Una cifra medio millón más elevada que la del curso anterior, lo que significa que la central lechera ha conseguido superar con éxito uno de los años más complicados debido a la pandemia. Los socios de la cooperativa se han reunido este jueves en asamblea ordinaria para aprobar las cuentas de un ejercicio que los responsables han catalogado como “difícil”. No obstante, la industria ha conseguido “poco a poco” recuperar la normalidad y en la actualidad se encuentra ya inmersa en nuevas propuestas.

La asamblea ordinaria de Gaza ha servido también para presentar ante los socios el nuevo formato de envases, que verá la luz este próximo mes de octubre, coincidiendo con el traslado de la actividad desde la carretera de Almaraz hasta el polígono industrial de Coreses. Se trata, como han explicado desde la cooperativa, de un formato “más atractivo, cómodo y ecológico” y en el que todas las emisiones de CO2 para su producción serán neutralizadas a cero. Así lo ha explicado el director gerente de Leche Gaza, Ignacio Quintanilla, que ha destacado la mirada al futuro que implica este cambio, y que ha incidido también en la reducción del uso de plásticos.

De este modo, la central lechera zamorana da un paso más en la mejora de la sostenibilidad, “uno de los pilares de un proyecto comprometido con Castilla y León y con su gente”, así como con el servicio de calidad a los consumidores, el precio justo para los ganaderos y el bienestar animal.

Los responsables de Leche Gaza han aprovechado la ocasión para informar sobre el traslado de la fábrica desde la carretera de Almaraz hasta el polígono industrial de Coreses. Como ya anunciaron hace apenas tres días, el objetivo es concluir el año ya instalados en las nuevas dependencias. Desde hace semanas, de hecho, ya se están realizando las pruebas con el objetivo de poder efectuar el movimiento lo antes posible. La inversión supera los 15 millones de euros y los planes más inmediatos hablan de duplicar la producción actual, que se sitúa ahora en 50 millones de litros de leche al año. Un importante crecimiento con el que la cooperativa lechera espera mantener el hueco que ya tiene en el mercado y que la sitúa como una de las empresas agroalimentarias de mayor calado dentro del país, incluyendo un muy buen bagaje en materia de exportaciones.