El Festival Internacional de Folklore de Zamora vivirá su edición más anómala. El evento, organizado en conjunto por la Asociación Etnográfica Don Sancho y el Consorcio de Fomento Musical, celebrará sus espectáculos del 3 al 6 de septiembre en la plaza de la Catedral bajo un nuevo formato marcado por la pandemia. La principal variante afectará a su esencia y a su nombre, y es que el festival ya no será internacional debido a las condiciones sanitarias. Los artistas participantes procederán en su totalidad del territorio español.

En ediciones anteriores, el festival acogía a cientos de artistas venidos de todas partes del mundo. Este año, el evento ha visto cómo la pandemia ha ido reduciendo su plantilla. Primero fueron las estrellas procedentes de fuera de Europa, que tuvieron que renunciar a su papel en el evento debido a la imposibilidad de adentrarse en nuestras fronteras. Semanas más tarde, las complicaciones derivadas de la pandemia hicieron aumentar las restricciones en los países europeos. Las recomendaciones de no viajar a España, país del continente más afectado por la pandemia, y las restricciones impuestas por estos países provocaron la renuncia de los artistas naturales del viejo continente.

En las últimas fechas, el recrudecimiento de la crisis sanitaria y el abandono de todos los artistas internacionales hicieron tambalearse al festival. Pero las ganas de folklore han hecho que Don Sancho haya movido cielo y tierra para sacar adelante la cita. Antonio Martín, director de la asociación y cabecilla del festival, admite la existencia de varios obstáculos que han dificultado su celebración. “Aunque sea en condiciones distintas, queremos celebrar este evento para que haya un acto de folklore en la ciudad. Igual que se han hecho ópera y otras actuaciones, este tipo de música también debe estar presente, pero siempre bajo las condiciones sanitarias requeridas”, manifiesta Martín.

Precavidos

El espectáculo se llevará a cabo en consonancia con las medidas anti-COVID pertinentes: distancia de seguridad y uso obligatorio de mascarilla. Además, el evento contará con control de acceso al recinto y un aforo cerrado y reducido a un 30%. “La norma marca un aforo máximo del 50%, pero desde el Ayuntamiento quieren ser más precavidos y lo han reducido al 30%”, declara.

El organizador reconoce que el evento “ha estado en el aire durante todo este tiempo” y llama a la prudencia, en vista de las medidas sanitarias que puedan salir en las próximas horas. “Hemos esperado hasta última hora para anunciar el festival, y ni aun así podemos darlo como seguro. Igual mañana sale una medida que prohíbe la movilidad interprovincial y tenemos que suspenderlo”, admite el director. Martín ha querido agradecer también la labor del Ayuntamiento, la Diputación y el Instituto de la Juventud de Castilla y León.