Entre 48 horas y un año. La desaparición de una persona comienza a ser investigada por la policía pasados dos días desde que abandona su domicilio o su residencia y se denuncia el caso, y se estima desaparecido legalmente si transcurren doce meses sin saber nada de ella, como ha ocurrido con nueve zamoranos durante el año pasado, dos de ellos menores de edad, según el sistema de Personas Desaparecidas. Si al cabo de un año la investigación policial no da sus frutos o la persona ni regresa a su casa ni comunica su paradero, el Código Civil lo define como “ausente legal”.

El tiempo estimado de resolución de las denuncias es de 14 días en el 74% de los casos denunciados el año pasado, según los datos difundidos por el Ministerio de Interior y recogidos en el mencionado sistema, que indica que solo uno de cada diez desaparecidos decide no volver a su casa voluntariamente.

De hecho, el 23,68% de las desapariciones queda resuelta en menos de 48 horas; entre dos y cuatro días, el 29,43%; y entre cinco y 14 días el 30%. Frente a estos buenos resultados de las investigaciones policiales, solo el 3,48 de las personas que se han ido de sus casas permanecen seis meses sin poder ser localizados por la Policía Nacional o la Guardia Civil.

Precisamente, el número de zamoranos que la justicia da por desaparecidos definitivamente no es importante porque el 90% de las denuncias termina con “el regreso voluntario al domicilio familiar o al centro de acogida” si se trata de un menor bajo tutela administrativa. En este porcentaje, se inscriben las denuncias de allegados o conocidos que han interpuesto la denuncia y deciden retirarla una vez que han comprobado la situación en la que se encontraba la persona que se fue, bien porque la haya encontrado la policía, bien porque la hayan encontrado ellos mismos.

En el 10% de los casos restantes, casi nueve de cada diez ciudadanos que han dejado sus lugares de residencia y sobre los que pesa una orden judicial de búsqueda son localizados con vida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto el 3,60%, mientras que un 2,23% se encuentran en hospitales o en psiquiátricos. En el 1,54% de los casos, el entorno de la persona que se ha ausentado descubre que esta se encuentra detenida o en prisión. Respecto de los menores que desaparecen, las edades más frecuentes están en la franja de entre los 13 y los 17 años, y en su mayoría regresan voluntariamente, según los datos existentes.

La búsqueda y la actuación legal se paraliza cuando la Policía Nacional o la Guardia Civil “comprueban que la persona se ha ausentado de forma voluntaria” porque ha decidido romper los lazos con sus familiares o amigos, con su entorno, de acuerdo con el informe elaborado el año pasado con los datos del sistema de Personas Desaparecidas. Esta herramienta se creó en 2010 para tener un control más preciso sobre estas causas judiciales, especialmente sobre las que transcurridos de uno a tres años siguen sin dar señales de vida, plazos a partir de los que son ausentes legales.

El Código Civil especifica que una persona ha dejado de existir a efectos legales al año de haber desaparecido si no ha dejado a ninguna persona a cargo de su patrimonio, en caso contrario, la familia tendrá que esperar tres años para disponer de sus bienes.Las denuncias por desaparición terminan de forma trágica, con el cierre de la investigación policial por la muerte de la persona que se ha ausentado, solo en un 1,54% de los casos, apunta el Ministerio de Interior en el estudio del último año recogido en le sistema de Personas Desaparecidas.

Dentro de esta casuística, casi la mitad de los ciudadanos cuyas familias denuncian la desaparición aparecen después de haberse quitado la vida, en concreto 43%. La muerte natural supone el 22% de estos casos, mientras que un 17% de esas personas que no han llegado a sus hogares o residencias se han visto implicadas en un accidente en el que han perdido la vida,

La muerte violenta es la causa del 8% de las denunciadas de este tipo, mientras que el origen de la muerte de otro 7% de esas personas que han estado en búsqueda por la policía se clasifica como “dudoso”, al carecer de datos que puedan determinar porqué murieron.

El Centro Nacional de Desaparecidos dispone de una página web para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan difundir casos de personas desaparecidas, previo permiso de las familias que denuncian, alertas que se activan solo si la policía estima que es adecuado.