A un error. A eso obedece, según el equipo de Gobierno, la excesiva petición de informes y de documentación en general llevada a cabo por el interventor municipal en las últimas semanas. Alcaldía recuerda que en diciembre de 2018 el Pleno vota a favor de limitar la fiscalización del interventor en los asuntos municipales, pero que sin embargo “un error” ha hecho que esta intervención limitada no esté reflejada en las bases de ejecución del presupuesto municipal de 2020, el que ahora está en vigor. Así las cosas el interventor municipal exige desde este mismo mes, no así entre diciembre de 2018 y julio de 2020, una mayor documentación al Ayuntamiento, lo que “entorpece” la gestión. El Ayuntamiento limitará, de nuevo en Pleno, las funciones del interventor.