202 empresas menos. Esta es la factura económica que el COVID pasa en la provincia de Zamora. Los datos comparan las cifras de julio de este año con el mismo mes del año pasado, pero un análisis más pormenorizado permite asegurar que el confinamiento es el que ha acabado con la vida de la mayoría de estas empresas. De hecho, a fecha de enero de este año, la cifra de sociedades era ligeramente superior a la de julio del año pasado. Así las cosas Zamora registra 5.352 empresas que dan empleo a 35.032 trabajadores. Las sociedades que han desaparecido ocupaban a 972 personas que han tenido que buscarse una nueva ocupación o que todavía lo hacen apuntados a las listas de desempleados.

Ya a nivel regional puede concluirse que el sector agrario de Castilla y León se erige en motor económico de primer orden, cuando sigue en expansión en plena crisis mientras el resto de sectores se contraen. El número de empresas cotizantes a la Seguridad Social y sus asalariados crecieron exclusivamente en julio dentro del sector primario y retrocedieron en el resto de actividades, lo que revela un papel básico de la agricultura y la ganadería para la recuperación.

El Gobierno constata en su estadística, recogida por Ical, que el pasado mes de julio, había en Castilla y León, 67.604 empresas cotizantes a las Seguridad Social, lo que supone una merma del 3,4% respecto al mismo periodo de 2019, con 2.397 actividades menos. Asimismo, el número de asalariados a los que empleaban esas empresas ascendió a 636.679 en el séptimo mes del ejercicio, que suponen una bajada del tres por ciento, con una pérdida de 19.545 empleos.

Bajando al detalle, el comportamiento va por barrios. Así, el número de empresas del sector agrario se situaron en 6.082, lo que representa que operaban 74 más que un año antes con un aumento del 1,2%. Además, estas empresas primarias empleaban a 25.115 trabajadores, con un crecimiento del mismo porcentaje (1,2%), con 288 puestos más.

Sin embargo, en el sector servicios se perdieron 1.962 actividades en el mes de análisis en relación al año anterior, con una merma porcentual del cuatro por ciento, hasta las 47.499 empresas. Asimismo, el terciario vio desaparecer 15.808 puestos de trabajo, con una caída del 3,4%, hasta los 444.047 asalariados. La construcción también sufrió un duró revés, con 7.261 empresa activas en julio, que supone 384 menos que en 2019 por las mismas fechas, y un recorte relativo del cinco por ciento. Los trabajadores del sector ascendieron a 38.279, con 1.649 menos y una bajada del 4,1%.