Los sistemas de localización GPS con los que vienen equipadas ha permitido a los dueños de dos motos de agua recuperar las máquinas después de que los ladrones las sustrajeran en el embarcadero del embalse de Ricobayo y las trasladaran a una nave de la localidad salmantina de Castellanos de Villiquera, alquilada por un conocido delincuente que acababa de salir de Topas y que está siendo buscado por la Guardia Civil.

La sustracción de las motos de agua, de los modelos Bombardier RXP y RXT 300, valoradas en 22.000 y 24.000 euros, de dos y tres plazas y recién estrenadas, fue resultado de una operación perfectamente planificada, a tenor del relato de su propietario.

El pasado jueves por la tarde el joven principal sospechoso de la autoría del robo, estuvo hablando con el propietario de las motos de agua en el embalse durante un buen rato, una conversación muy agradable tras la cual incluso le facilitó su número de teléfono.

Sin embargo, el viernes por la tarde el propietario de las motos recibe una llamada desde el embarcadero de las personas que le conocían y se extrañaron de que llevara todo el día por ahí con las motos, ausentes del amarre. El contestó que estaba trabajando y que no había aparecido por el embalse, lo que levantó la alarma.

El rocambolesco robo de dos motos de agua en Ricobayo, Zamora

El rocambolesco robo de dos motos de agua en Ricobayo, Zamora

Lo que había sucedido es que en la madrugada del jueves al viernes los delincuentes, posiblemente varios, cortaron la cadena que protegían a las embarcaciones y con una piragua robada las trasladaron hasta la otra orilla, con el fin de evitar ser sorprendidos en una zona más transitada. De hecho, según parece, la Guardia Civil estuvo esa noche en la zona para disolver un botellón. Pero claro, nadie se percató de la presencia de los delincuentes o si alguien los vio no pensó que estuvieran realizando ningún acto delictivo.

El caso es que para sacar del agua las motos de 500 kilos y subirlas a una plataforma arrastrada por un viejo vehículo parece que tuvieron que intervenir varias personas. El caso es que los ladrones consiguieron el botín y se dieron a la fuga en dirección a Salamanca. Por cierto, la plataforma también era robada: la habían alquilado, pero nunca fue devuelta. Fue el viernes, inmediatamente de percatarse del robo, cuando los dueños de las motos acuáticas dieron la voz de alerta en las redes sociales, con la foto de las máquinas de un llamativo color verde. “Fui a poner la denuncia al cuartel de la Guardia Civil de Zamora hacia las ocho de la tarde, pero me dijeron que tenía que esperar a las diez y media porque no había personal”.

Sin embargo, no había tiempo que perder y como había testigos que aseguraban haber visto el remolque con las motos de agua circulando por la autovía A-66 en dirección a Salamanca, esa fue la ruta que siguieron los improvisados investigadores. Y es que inicialmente no podían localizar la señal del GPS de las embarcaciones, pero a medida que se iban acercando a Salamanca, encontraron la pista y fue relativamente fácil dar con la nave donde estaban los objetos robados.

Fue en el puesto de la Guardia Civil de Villares de la Reina, en Salamanca donde al final los dueños de las embarcaciones interpusieron la correspondiente denuncia.

Y al registrar la nave los agentes encontraron no sólo las dos motos de agua, sino también otros vehículos robados, como quads.

Las motos de agua pudieron ser recuperadas y trasladadas de nuevo a Zamora con los servicios de una grúa en general en buen estado, salvo algunos rayones y deterioros, en principio, estéticos. “No sé que pretenderían hacer con ellas, porque tienen arranque electrónico y no se pueden arrancar sin el dispositivo original”.