“Aforo completo”. Eso ponía el cartel en la entrada de la iglesia del Corpus Christi donde a mediodía de ayer se celebraba la misa solemne de la festividad de la Virgen del Tránsito, una de las de mayor devoción de Zamora. Las medidas de seguridad de la pandemia COVID obligaron a reducir el aforo y fueron numerosas las personas que escucharon la misa de pie desde fuera del templo. Qué diferencia entre la estampa que se vivía ayer y la del pasado año, cuando se conmemoraron con todo esplendor, los actos del cuarto centenario de la Virgen del Tránsito.

Fue el administrador diocesano, José Francisco Matías Sampedro, el encargado de la misa para los fieles y las nueve monjas que atienden el convento de clarisas. “Ha sido imposible terminar el cuarto centenario teniendo en cuenta la pandemia”. Pero precisamente la desgracia ha significado “mayor viveza ante la fe y la esperanza de la Virgen que en Zamora se ha traducido en que la multitud de misas celebradas se hayan visto muy concurridas de fieles, con mucha paz y serenidad y mucho interés para que las cosas sanitariamente no vuelvan atrás, no se puedan desdibujar”.

8

Misa solemne de la festividad de la Virgen del Tránsito en Zamora

Un funcionamiento correcto

Matías Sampedro se muestra satisfecho del funcionamiento de los cultos, adaptados a las instrucciones de las autoridades sanitarias. Los funerales son, a veces, las ceremonias donde más difícil se hace cumplir los requisitos de aforo y distancia: “Las cosas se están haciendo de forma correcta con las instrucciones de las autoridades sanitarias. En algún momento se ha tenido que cerrar alguna iglesia, por algún rebrote o sobre todo por funerales, lo más complicado para estas cuestiones”. Los fieles van acudiendo cada vez en más número a los templos, aunque se sigue echando en falta a la gente mayor o los que tienen más prevenciones por distintas causas. “Tratamos de ir recuperando la normalidad con los sacramentos, como los bautismos, se inician las bodas y atendemos los funerales”.

Además de rezar la Iglesia se está volcando, “dentro de nuestras posibilidades” con las necesidades sociales, “para que nadie se sienta arrinconado o desatendido”. Un dato, sólo el mes pasado la sede central de Cáritas repartió 31.000 euros en alimentos, ropa, medicinas o el pago de alquileres. “La respuesta de la gente está siendo generosa tanto en la ayuda directa a Cáritas como al Fondo Diocesano que se creó”.

En cuanto al relevo, la llegada del nuevo obispo de Zamora, se supone que se producirá en septiembre, pero nada se sabe: hay mucha sede vacante y obispos con el mandato prorrogado.