Mohamed Salami Badreddine, conocido en Zamora como el doctor Salami ejerció como traumatólogo del hospital Virgen de la Concha durante cuatro décadas. En la ciudad se casó y tuvo a sus hijos, que residen aquí, aunque una vez jubilado vive a caballo entre Zamora y Madrid.

Libanés de Beirut, sigue con pena y tristeza el acontecimiento que sobresaltó al mundo entero, la terrible explosión en el puerto que redujo a escombros buena parte de la ciudad.

El doctor Salami pide que se sepa la verdad de lo que pasó, porque la explosión fortuita es sólo una de las hipótesis. “Fatal, fatal, es lo peor que puede suceder a un país y a una ciudad como es el Líbano y Beirut, conocida internacionalmente como la Suiza de Oriente Medio que haya pasado esto. La verdad es que está respondiendo el mundo muy activamente, pero nosotros queremos saber la realidad de lo que ha pasado. Porque hay varias versiones. Una dice que es por el depósito de nitrato, pero también hay noticias de que no es esa la causa, sino que vino provocado también por aviones que han atacado. Porque hay fuentes que aseguran que antes de la explosión se oyó el ruido de los aviones, luego empezó el ataque y hubo cuatro explosiones seguidas. Y cualquier persona que haya visto las imágenes habrá observado el paraguas este que produjo, como el de la bomba atómica”.

Si las imágenes impactan a todo el que las vea, para las personas que conocen y aman la ciudad son especialmente dolorosas. “Para todos los que tenemos un poco idea de como son las cosas se te cae el alma”.

Lo más importante, dice, “es la destrucción de la ciudad, a 22 kilómetros a la redonda, que no ha dejado una piedra sobre otra. Ha habido muchos muertos pero es también muy importante la cifra de desaparecidos, aparte de la destrucción. El puerto era de primera categoría en esta zona de Oriente Medio y pasarán años antes de que se pueda recuperar todo esto”.

"Seiscientas mil personas se han quedado sin casa y sin negocio, es un drama"

El doctor Salami conoce de primera mano la realidad de su país ya que, aunque él y varios de sus hermanos emigraron a España, sigue en contacto con su familia en el lugar.

“Tengo un hermano reportero de guerra, tiene escritos libros sobre las guerras de toda aquella zona y él personalmente me dijo, “hermano, en todos los años que llevo de profesión nunca he visto tanta destrucción como esta vez”.

“Nosotros teníamos nuestras casas, edificios, tiendas, comercios y no ha quedado una piedra sobre otra. Mi hermano me dice: “si tu vienes por aquí no vas a reconocer en qué zona estas”. Seiscientas mil personas se han quedado sin casa y sin negocio, es un drama, la verdad, importantísimo”.

En la sociedad libanesa cuesta asumir que se haya podido producir una tragedia como esa: “Todo el mundo está triste, preguntándose qué ha pasado, tienen todavía el choque ese de la ciudad, todo el mundo está ayudando a todo el mundo, es una ventaja grande que el pueblo libanés vaya ayudándose mutuamente”.

Aunque, a su juicio, el Gobierno no esté a la altura del pueblo. “Pero claro, la clase política que tenemos es corrupta y han llegado a este estado. La gente está protestando mucho”.

En el Líbano , cuenta, “viven cuatro millones y medio de libaneses, la mitad de ellos son refugiados de Siria, hay palestinos, la capacidad del Líbano es muy pequeña. Pero fuera del país vivimos más de 16 millones de libaneses que estamos repartidos por todo el mundo. La característica del libanés es que se adapta al sitio donde vive y se hace del sitio. Y todos, como los gallegos aquí, tenemos esa morriña del Líbano, aunque ya hay generaciones que no han vivido ahí, pero quieres tener algo allí por si acaso”.

Sin embargo, la situación del país ha ido empeorando y no es fácil para los propios libaneses confiar en el país para meter sus ahorros o mantener una casa abierta. “Han matado el espíritu ese de que tenían sus ahorros en la banca libanesa, muy famosa, por eso la llamaban la Suiza de Oriente Medio. Todos los ahorros de los inmigrantes, que era muchísimo, ha desaparecido, el Banco Central dice que ha prestado ese dinero a los políticos de los gobiernos desde hace 20 años, ellos se han quedado con el dinero y la gente que tenía sus ahorros ahí está mendigando para que le den 200 dólares al mes cuando tenían en sus cuentas millones. Es el origen del conflicto del Líbano, se juntó una cosa con la otra y con la otra”.

Salami Badreddine se lamenta de la situación: “No podíamos ni imaginar que podíamos llegar a eso”. “Los libaneses somos como los gallegos, muchos estamos emigrados, pero tenemos morriña por nuestra tierra. Por eso nos duele tanto lo que ha pasado con la explosión del puerto”. El doctor Salami, un traumatólogo que ejerció toda su vida en Zamora, cuenta el dolor e incertidumbre en el que la explosión del pasado 4 de agosto ha generado en la población libanesa, dentro y fuera del país.