“No se nos puede responsabilizar a nosotros del incremento de los casos de coronavirus”. Así se expresa el presidente de la patronal zamorana de hostelería ante las medidas anunciadas ayer por el ministro Salvador Illa, medidas que tienen en la hostelería su principal foco de actuación. Los bares de copas y discotecas tendrán que echar el cierre de forma generalizada y el resto de locales bajará la persiana, como muy tarde, a la una de la madrugada no pudiendo aceptar clientes después de las doce de la noche. “No se puede centrar el peso de las restricciones en la hostelería sin aprobar a la vez ninguna medida compensatoria”, asegura Óscar Somoza, presidente de Azehos.

Los datos, para Somoza, son tajantes. Alrededor de uno de cada cinco bares y restaurantes de la provincia de Zamora no ha retomado la actividad después del parón del confinamiento, y la pandemia compromete el futuro de alrededor de 500 establecimientos en la provincia de Zamora. “Esto supone una gran pérdida de empleos y de riqueza en la provincia”, apunta el hostelero, que muestra de nuevo la “absoluta indignación” del sector con las medidas del Ejecutivo. “No dudamos de si son o no correctas, pero de nuevo se toman por la fuerza, sin hablar con nosotros, sin previo aviso”.

El sentir general es una “absoluta incertidumbre” porque “no sabemos qué va a venir detrás”. Azehos, junto con el resto de las patronales provinciales de Castilla y León, planeaba presentar ayer la anunciada denuncia contra la Junta de Castilla y León por reducir el horario de cierre de los bares nocturnos y discotecas. Ahora, con las medidas anunciadas ayer por Illa, el sector se mantiene a la expectativa. “No sabemos si es la Junta la que va a decretar el cierre de bares de copas y discotecas o si va a ser el Gobierno. No sabemos si los bares de copas que tengan terrazas pueden abrir o tienen que cerrar. Lo que nos molesta es que no cuenten con nosotros para tratar este tipo de cuestiones”, apunta Somoza.

“Los empresarios que han sacado a sus empleados del ERTE, ¿qué van a hacer ahora?"

“Los hosteleros creemos que ante los alarmantes rebrotes debe actuarse con contundencia, y la seguridad de todos debe primar en las decisiones, pero incidimos una vez más, en la sensación de improvisación y falta de coordinación y claridad por parte del Gobierno, lo que impide a los empresarios poder establecer un plan de actuación y una correcta organización, con el consiguiente impacto adicional en su actividad. Desde el sector se reclama, de nuevo, al Gobierno trabajo conjunto en la búsqueda de soluciones para que éstas no supongan el hundimiento definitivo del sector”, asegura Azehos.

El presidente de los hosteleros zamoranos pide además certidumbre con los ERTE. “Los empresarios que han sacado a sus empleados del ERTE, ¿qué van a hacer ahora? ¿Van a poder volver a presentar un ERTE por fuerza mayor?, se pregunta Somoza.

SANIDAD PROHÍBE FUMAR EN ZONAS PÚBLICAS, SI NO SE PUEDE GUARDAR LA DISTANCIA SOCIAL

El Ministerio de Sanidad, con el visto bueno de todas las comunidades autónomas, ha prohibido fumar en la vía pública y en las terrazas de bares y restaurantes si no se puede garantizar que se guarda una distancia de seguridad de dos metros con las personas con las que no se comparta mesa. La medida es también aplicable a dispositivos de inhalación de tabaco, cigarros electrónicos, pipas de agua o cachimbas.

"La prohibición de fumar hará perder clientes en las terrazas"

La medida estaba prácticamente anunciada desde horas antes. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, llegó a asegurar el jueves que fumar en las terrazas y en lugares públicos de Castilla y León donde no se puede guardar la distancia social estaba ya prohibido desde hace semanas. En concreto, desde que se aprobó la ley que obliga a llevar mascarilla en cualquier momento y que solo permite retirarla para comer y beber. No para fumar, subrayó Igea, algo que a su juicio lleva implícita una prohibición en la que nadie había reparado y que nadie había respetado. Sea como fuere, fumar en lugares públicos es a partir de ahora mucho más complicado, algo que los hosteleros tampoco ven con buenos ojos porque, aseguran, les hará perder clientes en las terrazas.