El comercio zamorano funciona, incluso en época de rebajas, a un cuarenta por ciento de su capacidad. Muchos establecimientos siguen con varios de sus empleados en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y la contratación durante el periodo estival, que ha repuntado, no lo ha hecho tanto como en años anteriores. “La situación real es que el comercio tradicional lo está pasando muy mal”, aseguró ayer Ángel Hernández, secretario de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio, Azeco, al ser preguntado sobre esta cuestión.

La realidad es que la campaña de rebajas ha permitido aumentar en parte las ventas del pequeño comercio en relación con el mes de junio, pero los registros de actividad no pueden compararse a los de otros años. Aún así, podría ser peor. “Tenemos que valorar la actividad con todos los condicionantes que tenemos ahora”, aseguró Hernández, que apostilló que las ventas han caído en todas las provincias del país, por lo que la situación no es ni mucho menos exclusiva de la capital zamorana.

El comercio ha sido uno de los sectores, junto con la hostelería, más perjudicados por la llegada de la pandemia de COVID-19. Obligados a cerrar durante prácticamente dos meses, muchas tiendas no han sido capaces de recuperarse del esfuerzo de semanas sin actividad y han acabado echando el cierre. Muchas de las que han retomado la actividad mantienen en ERTE a parte de su plantilla y confían en que los próximos meses, si la evolución sanitaria lo permite, traigan un incremento de las ventas.

Azeco asegura que la pandemia ha llegado, además, en un mal momento para el comercio tradicional. La plena instauración ya de las ventas a través de Internet, que han aumentado durante los últimos meses —muchas personas que nunca habían comprado a través de la web o que no solían hacerlo lo han hecho ante la situación de cierre de las tiendas físicas— no hace más que suponer dificultades añadidas para el sector. Por lo demás, Azeco insiste en hacer un llamamiento a los zamoranos para que compren en su ciudad y generen riqueza y empleo de cercanía. “Es importante para todos que el comercio siga abierto”, aseguran.