El salmantino Juan Colás es un representante de la nueva generación de magos del país, con una interesante propuesta caracterizada por el simbolismo y la muestra de lo que es invisible. Colás comenzó su andadura en el mundo de la magia desde muy pequeño, y tiempo después, conoció al zamorano Paco González, uno de sus referentes. Esta noche, zamoranos y espectadores de todo el país podrán ver en primera persona su original planteamiento de la magia en el marco del Ciclo Nacional de Magia de Cerca.

–¿Qué podrán ver los espectadores esta noche?

–La magia que van a ver esta noche no tiene tanto que ver con lo visual, sino con lo simbólico. Decía un gran maestro que el trabajo del mago está en visibilizar lo invisible, hacer observable aquello que ya está aquí pero que no está a simple vista. La magia que yo hago viene de las propuestas de Paco González, uno de los grandes ilusionistas españoles, y es lo que llama magia simbólica. Aunque también hay efecto visual, tiene más relación con la envoltura, la atmósfera que lo rodea.

–¿Cómo comenzó su gusto por el ilusionismo?

–De pequeño, aunque ya había visto a algunos magos, mi primer contacto directo fue con 10 u 11 años, husmeando entre las cosas de mi padre, donde encontré un libro de magia de Vicente Canuto, me lo llevé a escondidas a mi habitación y lo leí durante toda la noche. Aprendí un juego y lo hice al día siguiente en el instituto. A partir de ahí, empecé a tener ese gusto por la magia y pensé que era algo que se podía aprender y hacer, así que investigué más libros.

–Desde entonces, ¿cómo ha evolucionado su trayectoria?

–Ha habido muchos parones. En aquel entonces, era simplemente un hobby, pero cuando avancé en el instituyo y después estudié Bellas Artes, dejé de lado el arte escénico y me metí más en el arte plástico, cosa que me ha ayudado porque ahora todo lo que hago va cargado de ese componente. En los últimos años de la carrera, volví a la comunidad mágica y empecé a investigar a los grandes maestros. Paco González aterrizó en Salamanca y nos explicó su filosofía, lo que nos ayudó para poder hacer nuevas propuestas que durante años hemos llevado por España y han tenido muy buena acogida, tanto entre los magos como entre el público.

–¿Ha tenido que adaptar el número de esta noche a causa de los protocolos por el COVID-19?

–Hemos tenido que adaptarlo, pero sobre todo por el espacio y las necesidades técnicas, más que por los protocolos en sí. Al final, no es tan difícil cumplir estos, siempre que haya distancia, mascarillas y gel. Si en algún momento hay que sacar a un espectador, los dos tenemos la mascarilla, y si hay que coger un objeto, se puede desinfectar. El problema es la cuestión de la visibilidad, puesto que a los de las últimas filas les puede costar ver una carta, por eso necesitamos la pantalla, que en el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales estaba más bien como apoyo y ahora es más necesaria.

–Entonces, ¿había estado en ediciones anteriores en el Centro de Interpretación?

–No había actuado allí, pero sí he ido a ver los Enigmas Mentales y el Ciclo de Magia de Cerca, ya que Paco es uno de mis referentes y he intentado asistir a todo lo que organiza porque tiene sello de calidad.

–Por el Ciclo de Magia de Cerca han pasado artistas de renombre, ¿qué significa para usted participar en el certamen?

–Para mí, sobre todo, es una oportunidad de que Paco, que es uno de mis maestros, pueda ver en acción a dónde han llegado sus propuestas en las nuevas generaciones, y también poder decir que he estado en un festival en el que ha participado Henry Evans o Miguel Muñoz es un gran orgullo. A nivel técnico, el cambio de sitio tiene sus complicaciones, pero a nivel dramático y estético el Castillo es el mejor escenario.

–¿Será su primer espectáculo tras el confinamiento?

–No, tuve otro hace unos días y la verdad es que fue muy bien. La gente estaba muy deseosa de poder ver cosas nuevas. Me alegro mucho de que el público ponga su granito de arena y quiera ver cultura.