La economía zamorana habría retrocedido un 3,4% en el primer trimestre del año, según estimaciones del Indicador Sintético de Actividad de un estudio de Unicaja Banco, caída algo más acusada que la estimada en Castilla y León (-3,2%), “aunque estas tasas no son estrictamente comparables”. Para el conjunto de 2020, las previsiones apuntan a un descenso interanual de la actividad que podría situarse en el -8,9%, en el escenario base y en el -12,1% en el de mayor adversidad en la provincia de Zamora, en línea con las estimadas para el agregado regional (-9,1% y -12,1%, respectivamente).

El Informe de Situación de la Economía de Castilla y León que publica Unicaja Banco analiza distintas variables. En empleo, según la EPA, en la provincia se han contabilizado 64.200 ocupados en el primer trimestre de 2020, con un crecimiento del 1,4%. La ocupación creció en todos los sectores, especialmente el agrario (14,3%) y construcción (7,8%), excepto en los servicios, donde bajó el 1,9%.

La Seguridad Social contabilizó en el promedio del semestre 55.804 afiliados, con una caída interanual del 2% (-1,6% en Castilla y León), aunque la pérdida de afiliación se ha focalizado en el segundo trimestre (-3,6%).

El número de trabajadores en situación de ERTE de fuerza mayor a 30 de junio en la provincia era de 3.145 personas (5,0% del total en Castilla y León), por lo que desde finales de mayo habrían salido de esta situación 1.821 afiliados.

Entre enero y mayo, el valor de las exportaciones de bienes ascendió a 67,6 millones de euros, con un descenso interanual del 19,8%, por encima de la caída registrada en Castilla y León (-15,4%). El retroceso señalado se respalda en las exportaciones de alimentos (-22,7%), partida que aporta alrededor del 82,1% del total exportado por la provincia. También resulta notable el aumento registrado por las semimanufacturas (44,8%), si bien estas solo aportan el 8,7% del total exportado.

En el consumo interno destacan las caídas de las matriculaciones de turismos (-49,7%) y vehículos de carga (-41,8%) en los cinco primeros meses de 2020.

En el sector construcción, hasta mayo, la licitación pública en la provincia sumó 13,7 millones de euros, con caída del 35,9% interanual (-43,6% en Castilla y León), sobre todo por el descenso de la edificación. En el caso de la vivienda, los visados en el primer trimestre ascendieron 29 viviendas, lo que supone una caída del 63.3% (-11,5% en Castilla y León). Las compraventas descendieron un 27%y los precios bajaron un 4,2%, hasta los 828,9 euros metro cuadrado.

En indicadores empresariales, en el primer cuatrimestre se crearon 66 sociedades con un capital suscrito acumulado que supera los 1,1 millones. La trayectoria de estas variables refleja un descenso interanual tanto del número (-34,0%) como del capital (-37,0%). Se crearon un 45% menos de sociedades mercantiles.

LA REACTIVACIóN VENDRá A PARTIR DEL SEGUNDO TRIMESTRE DE 2021

Las previsiones de crecimiento para Castilla y León siguen la línea de Zamora, es decir, se esperar una contracción del PIB de entre un 9,1% y un 12,1%, en consonancia también con las expectativas para España, “sin que pueda descartarse un mayor impacto si la situación sanitaria empeora, según se indica en el informe Previsiones Económicas de Castilla y León” que edita Unicaja Banco. “La actividad comenzaría a recuperarse a partir del segundo trimestre del año y en 2021 la economía regional podría crecer entre un 6,9% y un 8,5%”, aseguran los expertos. Sin embargo, “la incertidumbre sigue siendo muy elevada, lo que confiere una gran complejidad a la realización de previsiones”.

Y es que en el horizonte están los repuntes del coronavirus que pueden afectar de nuevo al desarrollo de la actividad, sobre todo si conllevan nuevos periodos de confinamiento. Un riesgo real que ya se está empezando a ver en algunas comunidades autónomas e incluso en determinados puntos dentro de la región, el último Aranda de Duero, con situación de contagio comunitario.