Zamora vivió una noche "tranquila" en la primera jornada con limitación horaria para los bares, que tuvieron que dejar de servir consumiciones a la una y media de la madrugada y se vieron obligados a cerrar sus puertas antes de las dos para cumplir con la orden de la Junta de Castilla y León, que busca limitar el ocio nocturno para evitar situaciones de riesgo en relación con la crisis sanitaria.

Según fuentes municipales, los bares cumplieron de manera diligente con la norma que entró en vigor esta misma medianoche, y cerraron sus puertas a la hora marcada, más allá de algunas demoras puntuales sin relevancia.

En cuanto a la actitud de los clientes y de las personas ávidas de seguir con la fiesta más allá del horario de cierre de los establecimientos, la Policía Municipal atendió algunas llamadas por botellones en algún punto de la ciudad, como la zona de San Esteban, y resolvió incidencias "sin mayor importancia".