Miles de zamoranos con residencia en pequeños pueblos de la provincia recibirán el correo una vez a la semana, a lo sumo, después de que Correos haya decidido no cubrir las vacantes de su personal del servicio rural durante las vacaciones de verano, por lo que el servicio se reduce a partir del uno de agosto, según denuncian CC OO y UGT, que recuerdan que "la empresa debe garantizar el servicio postal cinco días a la semana por Ley, de lunes a viernes, en todo el territorio nacional, sin distinción del lugar donde se resida".

La alternativa que ha dado la empresa es que los trabajadores que no estén de vacaciones "realicen el trabajo de los que falten", de acuerdo con la información facilitada por los sindicatos, con la consiguiente sobrecarga de trabajo para el personal. Por lo que respecta a los servicios rurales, "la empresa condena a que diariamente queden sin servicio postal municipios enteros, algo que, además de deteriorar el servicio que recibe el ciudadano, es una medida ilegal", prosiguen los sindicatos, puesto que Correos ha impuesto esta fórmula sin previa negociación con la pantilla.

Los sindicatos con mayoría de representantes en Correos subrayan que "el recorte casi absoluto en todos los centros de trabajo", lo que provoca "un deterioro del servicio público, tanto en el reparto como en la atención al público, dado que es imposible asumir todo el trabajo", una medida que no deja de ser "recorte de la plantilla" y que en la práctica implica que no se pueda llegar a todos los domicilios, por lo que Correos "asume que quedarán sin reparto aleatoriamente unas zonas u otras" .

Los sindicatos cargan contra las campañas publicitarias de la empresa "que venden su preocupación por el mundo rural y la España vaciada, cuando la realidad evidencia que el servicio público postal en este ámbito parece no encajar en el proyecto de futuro" de la empresa. CC OO y UGT han pedido a la empresa que rectifique, y que cubra con contratación todos los servicios rurales, como de hecho históricamente siempre se ha hecho, ya que existe una obligación de servicio público que no puede dejar de atenderse. Para ambas organizaciones sindicales, si el presidente quiere ahorrar, en vez de recortar el servicio público a la ciudadanía en el mundo rural, podría gastar menos en las costosas campañas de publicidad con las que solo busca una promoción de su imagen personal.