La ampliación del polígono de La Hiniesta ha sacado a la venta 62.000 metros cuadrados de suelo público de los 96.000 que permanecen vacíos desde su inauguración en el mes de noviembre del año 2008. Se trata de diez parcelas que se sitúan en la parte más alejada del núcleo urbano y cuyo espacio varía entre los 4.160 metros cuadrados de la más pequeña hasta los 15.057 metros cuadrados de la que goza de una mayor amplitud. Para fomentar el interés de posibles compradores, la Entidad Pública Empresarial del Suelo (Sepes) perteneciente al Gobierno ha decidido abaratar los precios. Si hace dos años se vendía este mismo paquete a 77 euros el metro cuadrado, ahora mismo el precio ronda los 70 euros de media.

La macro operación de salida a la venta de parcelas en la ampliación del polígono de La Hiniesta responde al compromiso del Gobierno por darle salida a un suelo industrial que no ha terminado de cuajar entre los inversores. Hace tan solo unos meses, Sepes planteaba al Ayuntamiento de Zamora la posibilidad de ejecutar una reparcelación de aquellos terrenos más grandes para poder atraer así a los pequeños empresarios que no necesitan elevadas cantidades de superficie para su instalación. No obstante, la promoción que ahora ha realizado el organismo del suelo público se corresponde con el resto de parcelas que se tratarían de vender tal cual están diseñadas.

El proceso para la presentación de ofertas de adquisición acaba de concluir y todavía habrá que esperar para conocer el interés que ha suscitado la iniciativa entre posibles compradores. La historia, sin embargo, no es nada halagüeña. Y es que, en el año 2018, Sepes sacó este mismo paquete a la venta y el resultado no fue el deseado. En aquella ocasión, las parcelas salieron con un precio medio de 77 euros el metro cuadrado y ahora, la cifra ha disminuido hasta los 70 euros. En esta horquilla, la parcela más grande, que cuenta con 15.057 metros cuadrados, se puede adquirir por un valor de poco más de un millón de euros. La más económica, por su parte, cuesta 291.000 euros y garantiza un espacio de 4.160 metros cuadrados.

El objetivo compartido de Sepes y del Ayuntamiento de Zamora es poder dar salida a toda la superficie que en la actualidad queda sin vender dentro de este complejo empresarial. Por eso, el pasado mes de mayo ambos llegaron a un acuerdo para efectuar una reparcelación sobre nueve terrenos con superficies de entre 3.000 y 7.000 metros cuadrados para convertirlas en quince parcelas de 2.000 metros cuadrados. Fue la Entidad Pública del Suelo la que realizó una consulta al Consistorio que, a la postre, resultó favorable. De esta manera, se podría dar solución al 36% del suelo actualmente libre. El otro 64% restante es el que ahora Sepes ha puesto a la venta para comprobar si existen interesados en la adquisición de parcelas de gran superficie.

OFENSIVA PARA QUE LAS PARCELAS SEAN OCUPADAS POR PARTE DE LOS INVERSORES

El polígono de La Hiniesta Ampliación fue inaugurado en noviembre de 2008 después de una inversión de 12,5 millones de euros por parte del Estado a través de la Entidad Pública Empresarial de Suelo del Ministerio de Vivienda (Sepes). Cuenta con una superficie neta de 226.000 metros cuadrados en la que se distribuyen 75 parcelas para la instalación de otras tantas empresas. En su día, se estimó que todos los terrenos se llenarían y podrían generar hasta 1.300 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Hoy, tan solo 25 de ellas están ocupadas y ni tan siquiera el cien por cien del suelo está vendido.

Desde aquel momento, diferentes voces han tratado de explicar cuáles son las razones por las que este polígono no ha conseguido calar entre los inversores. Una de las principales, según apuntan diferentes agentes económicos, es la elevada superficie de las parcelas. Atendiendo a la realidad, todas las pequeñas fincas han sido vendidas a lo largo de los años y tan solo quedan huérfanas las que gozan de un mayor número de metros cuadrados.

El precio, por otra parte, ha sido una de las cuestiones esgrimidas para explicar el poco éxito del suelo industrial. No obstante, en comparación con cómo se está vendiendo en ciudades del entorno, las pretensiones de Zamora no parecen tan abusivas como para espantar a posibles compradores. Accesos, conexiones, enganches y trabas burocráticas también han sido asociadas a esta falta de interés de los inversores. Las instituciones implicadas, no obstante, han manifestado su intención de esforzarse para que este suelo salga adelante.