La pandemia todo lo cambia y la temporalidad en el empleo que acompaña a las fechas veraniegas se desmorona ante la falta de actividad, principalmente en los sectores turístico y hostelero. Las cifras no dejan lugar a dudas. El virus se llevó por delante más de 3.300 empleos temporales en Castilla y León en junio respecto a 2019, mientras que los puestos indefinidos aumentan levemente. Los registros de la Seguridad Social indican que en junio trabajaban en Zamora 55.863 personas, muchas menos de las 59.189 que había el verano pasado. Un impacto económico severo para una provincia con el tejido productivo de la zamorana.

Los secretarios de Empleo, Política Institucional y Diálogo Social de CCOO y de Política Sindical, Industrial y Empleo de UGT, Saturnino Fernández y Raúl Santa Eufemia, respectivamente, explicaron a Ical que los trabajadores fijos que están en expediente de regulación de empleo aún resisten incluso crecen por las contrataciones de la Administración y otros sectores con necesidades estructurales, pero, como en todas las crisis, “los primeros que se quedan sin trabajo son los trabajadores temporales, lo de mayor precariedad”. En este sentido, mostraron su preocupación porque se trata de personas que por los empleos a los que acceden, apenas acumulan prestaciones, y sufrirán una situación muy grave los próximos meses.

Saturnino Fernández recalcó que los indefinidos se han ido a ERTE y “siguen en la empresa” que “no puede despedir” pero en las pequeñas actividades o autónomos con uno, dos o tres asalariados, “los temporales se han ido a la calle”. “Estaba cantado que iba a ser así, porque no todo el mundo ha hecho ERTE”, dijo a Ical.

Fernández comentó que el crecimiento de indefinidos responde a las administraciones y otros ámbitos laborales pero insistió en que “cuando hay una crisis brutal como la actual, los primeros que se van a la calle son los temporales, no hay vuelta de hoja”, algo que, recordó, ya ocurrió en 2009, cuando la recesión en su inicio se llevó por delante casi un millón de empleos temporales.

Eso sí, advirtió de que cuando se acaben los ERTE, los indefinidos empezarán también a sufrir la situación de crisis económica por la pandemia en un contexto de “enorme incertidumbre”, en el que muchas empresas no aguantarán. “Está todo el mundo contra la pared y en otoño el impacto sobre todos los trabajadores será importante”, resumió.

Todas las provincias perdieron asalariados. A nivel regional, la merma alcanza las 40.000 personas, según los datos que manejan los sindicatos, mientras que el empleo fijo habría crecido en cerca de 2.000 personas.Raúl Santa Eufemia, encargado de Política Sindical de UGT, asegura que el aumento de la contratación indefinida responde a los sectores que han requerido empleo estructural para acometer su producción y la labor de la inspección dentro del plan de empleo digno. Santa Eufemia recalcó que las empresas están recuperando a sus plantillas fijas enviadas a los ERTE durante la desescalada y la falta de actividad en la propia industria, la hostelería o el comercio, impide las contrataciones temporales de estas fechas, en las que “no va a haber vacaciones”.

“No hay nichos de empleo precarios este verano”, dijo, para advertir de que estos trabajadores tendrán “muchísimas dificultades” a finales de este año, porque no sumarán meses de paro y se quedarán sin prestaciones rápidamente porque sus empleos precarios apenas generan. “No tendrán empleo ni salario y además estarán sin cobertura”, denunció.