El asesino de Leticia Rosino alega que su vida corre peligro en la cárcel para evitar su traslado desde el centro de internamiento para menores de Zambrana, decisión que tomó el juez la semana pasada para que cumpla los 6 años que le quedan de condena en una prisión para adultos, después de que el delincuente cumpliera 18 años. El joven, de iniciales D.A.A., fue condenado a 8 años de internamiento y cinco de alejamiento de la pareja y la familia de Leticia Rosino, es decir, sin poder residir ni en Castrogonzalo, localidad residía con su novio y donde la mató y la violó el 3 de mayo de 2016; ni en Tábara, municipio donde residen los padres de la víctima.

En el alegato presentado ante el Juzgado de Menores, se hace mención expresa a que compañeros de Zambrana han advertido al condenado por el crimen de que los graves delitos que cometió, asesinato y violación de la joven tabaresa de 32 años, le causarían problemas con los internos de los centros penitenciarios, tanto en el vallisoletano de Villanubla, donde el magistrado ha decretado su ingreso, como en el de Topas.

El abogado de la defensa puntualiza, además, que en la cárcel salmantina cumplen su condena dos condenados trasladados desde Zambrana que le tienen amenazado “para ajustar cuentas” cuando entre en el presidio.

El juez de menores deberá ahora estudiar el recurso de reforma contra el auto que dictó el 7 de julio pasado en el que se solicita que se mantenga al joven en centro de menores. Si el juez de Menores se mantiene en su decisión, el joven podrá recurrir ante la Audiencia Provincial, donde se previsible que termine el asunto para que sean estos magistrados los que tomen la decisión de enviar o no a la cárcel a D.A.A., lo que puede dilatar hasta agosto su ingreso en un penal para adultos, como solicitó el abogado de la familia