No hay gol, no hay victorias, no hay puntos. El Zamora sigue atascado y se marcha de vacío de Lezama, con el agravante de ver a un rival directo como el Bilbao Athletic sumando tres puntos. El equipo de Yago Iglesias jugó mejor y fue más ofensivo con cero a cero que con el marcador en contra, curiosamente. Y es que los zamoranos jugaron una más que aceptable primera parte, con peligro en las dos porterías, pero cuando a la hora de juego llegó el tanto de los katxorros, un golazo de Malcom, el conjunto del Ruta de la Plata se atoró, no tuvo calma para llegar al marco rival, no generó apenas juego y acabó cosechando otra dolorosa derrota.

La primera parte resultó muy entretenida en Lezama, con dos escuadras muy abiertas al ataque y buscando el marco del adversario. Fue el Zamora el que probó primero, apenas a los dos minutos cuando Jorge Fernández golpeaba desde lejos en carrera, atrapando Agirrezabala con aprietos tras el bote. Poco a poco, el filial de Patxi Salinas fue creciendo a partir de tener la pelota con un primer aviso en combinación Pascual-Diarra con un oportuno Parra cruzándose cuando el mediocampista local se aprestaba al disparo.

Al cuarto de hora, de las mejores del primer acto para los katxorros en un centro al segundo palo que se ´comió´ Parra, para que Malcom controlara y disparase con peligro, salvando la zaga a córner. Eran los peores momentos para los de Yago Iglesias, con Jonvi salvador en un control que se le fue largo a Pascual en inmejorable posición.

Fue a más el Zamora con el paso de los minutos, y con polémica cerca de la media hora cuando una incursión de Kepa por el costado zurdo acababa en centro chut raso que Adri Herrera desviaba a las mallas entrando en carrera. Se anuló la jugada por un fuera de juego bastante dudoso del ariete de los castellanos.

Núñez respondía para el Bilbao Athletic con un trallazo desde muy lejos que Jon Villanueva atrapaba con seguridad. A renglón seguido, otra polémica pero en área zamorana cuando Malcom percutía y caía derribado ante el acoso de Carlos Parra, que sinceramente se la jugó en demasía.

Jorge Fernández tenía la siguiente para el Zamora en un tramo entretenido del partido, sin dueño en la zona ancha y con unos y otros intercambiándose golpes como boxeadores ya con la guardia baja. Su remate espectacular de chilena se perdía por encima del travesaño del marco rojiblanco. Poco después, una de las mejores para los visitantes en un centro desde la izquierda prolongado con la testa para que Adri Herrera cabecease en franca posición pero de manera algo defectuosa, perdiéndose el cuero por la línea de fondo. La última del primer acto fue para el conjunto local en otro zapatazo lejano de un zaguero, esta vez Paredes, que se iba cerca de la escuadra derecha del marco de Jonvi.

La segunda parte arrancó con más juego en la medular y menos peligro en las dos área, pero el Bilbao Athletic esta vez supo machacar en la primera que tuvo clara. Malcom, o Adu Ares según reza en su camiseta, le robaba un balón a César Yanis, entraba en carrera ante Parra y ya dentro del área colocaba la bota derecha para poner el esférico en la misma escuadra del palo largo, imposible para Villanueva. Un golazo que obligaba a la reacción por la vía rápida.

Quería percutir el conjunto vestido de blanco impoluto en Lezama, con una llegada peligrosa de Kepa Vieites por el costado izquierdo pero que acababa en saque de esquina. Defendía con orden el Bilbao Athletic, que sufría de lo lindo al ver cómo un chupinazo raso de primeras desde la frontal del área a cargo de César Yanis se perdía muy cerca del palo al paso por el minuto 68 de encuentro.

El Zamora adelantaba líneas y dejaba huecos para las peligrosas contras de los katxorros, veloces y con desparpajo en su juego. Yago Iglesias movía sus piezas y metía toda la pólvora disponible con el debut de Dongou, un delantero con vitola de haber militado en grandes escuadras.

Pero el Zamora no encontraba la manera de penetrar en la sólida defensa de los vizcaínos, mientras Artola abusaba de individualismo en un contragolpe con dos compañeros desmarcados, y pocos minutos más tarde el recién entrado Ewan Urain no controlaba un servicio perfecto en el segundo palo, acabando la pelotita en las manos del cancerbero de los castellanos. Se agotaba el tiempo y los del Ruta de la Plata apenas generaban ni siquiera acercamientos.

En cambio, al cumplirse el noventa perdonaban los vascos el segundo en el enésimo contragolpe, resuelto por Rementería con un chut raso desde la frontal que salía cerca del poste. En el área de enfrente, los balonazos colgados con todas las prisas por parte zamorana no generaron peligro ni obligaron a Agirrezabala a realizar ni una sola parada de mérito en el segundo periodo. Al final, sensación de impotencia en un Zamora que fue claramente de más a menos.