David Movilla y el Zamora CF escenificaron ayer tarde en la cafetería del Ruta de la Plata el punto y final de la etapa del técnico como referente en el vestuario de los rojiblancos. Un último capítulo cargado de emociones, en el que la tristeza por la partida del técnico y la situación deportiva del equipo se conjugó con la alegría que dejan el corazón de directivos, cuerpo técnico y jugadores los momentos vividos desde que el vasco llegara al club en 2018 hasta ayer.

Rodeado de todos sus jugadores y de su cuerpo técnico, David Movilla reconoció que su última rueda de prensa no iba a ser la que él esperaba. Se preparó unas palabras pero, pronto, no tardó en olvidar ese guion para dirigirse “con el corazón” a los presentes, sacando más de una lágrima y una sonrisa a todos los que le quisieron acompañar ante los medios de comunicación.

Tras la despedida por parte del club en voz de un emocionado César Villafañe, con lágrimas en los ojos y voz temblorosa para dar las gracias a su amigo Movilla, llegó el turno del ya extécnico rojiblanco, quien no dudó en señalar que, pese a ser el de su adiós, ayer no estuvo ni cerca de ser su peor día en el club. “Hoy es un día de efeméride ya que hace un año perdía a mi padre, y es el recuerdo más doloroso que he vivido en el club. En el día de hoy, comparado con aquel, es más fácil sacar una sonrisa”, apuntó Movilla para iniciar una despedida que el vasco centró en su deseo de mostrar “gratitud” por todo lo vivido a lo largo de los últimos tres años y 50 días de su vida.

David Movilla se despide uno a uno de sus jugadores tras la rueda de prensa ofrecia ayer en el Ruta de la Plata. | E. F.

En un día “cargado de emociones”, el entrenador vasco aseguró que tanto él como la dirección deportiva llegaron a esta decisión con “la tristeza de la situación actual, con la preocupación de que este club milite la próxima temporada en la misma categoría y con la responsabilidad de mirar antes el escudo que el ego propio”, motivos por los que consideraron que es momento para él de “dar un paso al lado” en el presente del equipo rojiblanco. Un gesto que Movilla espera sea “positivo para el Zamora CF” y ayude a “revertir la situación actual, la dinámica de resultados y cambiar la energía que tantas veces se ha hablado en el vestuario”.

Después de exponer los motivos de su adiós y ponerse “a disposición del nuevo entrenador para lo que corresponda”, David Movilla abrió el capítulo de agradecimientos a todos aquellos que formaron parte de su viaje en el Zamora CF. Un capítulo de su despedida en el que intentó “no olvidarse de nadie” y en el que tuvo bonitas palabras para cada uno de los estamos del club y de los colectivos que rodean al equipo temporada tras temporada. Un repaso en el que hizo memoria desde el día en que llegó y conoció a César Villafañe, a la boda entre José y María, y a otros momentos emotivos que, más allá de lo que ocurre sobre el verde, conforman la entidad. “Me habéis dado mucho más de lo que merezco”, resumió, tragando saliva para contener las lágrimas.

Como era de esperar, el mensaje de despedida más potente fue a sus jugadores. “Habéis sido mis maestros, me habéis hecho mejor entrenador y mejor persona; aquí tenéis un amigo”, dijo a un grupo de jugadores al que ensalzó como lo hizo con su cuerpo técnico, ese que calificó rompiendo el protocolo como “la puta hostia” y del que aseguró “se ha dejado todo y más” por el equipo rojiblanco.

Movilla firma un autógrafo a un aficionado rojiblanco, ayer. | Emilio Fraile

“Estoy agradecido al Zamora CF y a Zamora porque desde el 1 de octubre de 2018 me he sentido como en casa. Llegué en una situación complicada y mi vida, echando la vista atrás, ha adquirido una nueva dimensión, por lo que todo lo que me llevo es bueno. Soy un zamorano más, de corazón y, de la forma en que se me reclame, trataré de sumar desde fuera. No va a haber por mi parte nada que no vaya a sumar porque todos tenemos el mismo propósito”, sentenció David Movilla, reafirmando ante los presentes que él es “el único responsable” de lo ocurrido este año y que, a partir de ahora, solo queda apoyar al nuevo entrenador, jugadores y directiva para alcanzar la salvación.

Un gran aplauso puso punto y final a la despedida de Movilla, siendo notable el afecto que une las diferentes áreas del club y la importancia de un entrenador que se mostró convencido de que el Zamora CF logrará su objetivo.

El acto de despedida del ya extécnico rojiblanco continuó con las preguntas de la prensa, que incidieron en el trayecto que llevó David Movilla en el Zamora CF y su abrupto final esta semana. Un desenlace que, bajo su punto de vista, obliga a “mirar hacia el futuro, no al pasado”, pues si bien reconoce que cometió “muchos errores, como cualquiera” estos “no van a ayudar a ganar el próximo partido”. De hecho, el vasco destacó no tener “ningún consejo que dar” al futuro entrenador de la plantilla, para quien lo único que pidió fue “que se le reciba con los brazos abiertos”, como le recibieron a él.

Al final, haciendo repaso de su etapa en Zamora, Movilla fue recordando los buenos y malos momentos que vivió en el club “más allá de los hitos deportivos”, destacando “las muchas vivencias” que experimentó tras “aquella entrevista para el puesto que ni siquiera me preparé y de la que salí deseando ser el elegido”. Una ruta larga, con bellos paisajes, túneles y giros que ayer llegó a su fin dejándole una única “espinita”: no haber podido celebrar “como se merecía” el ascenso a Segunda B, y la clasificación a Primera RFEF por el COVID-19. “Cuando se logre la permanencia, porque se va a lograr, debe celebrarse como un ascenso”, comentó, deseando vivir pronto ese momento ya como aficionado de un Zamora CF al que dijo adiós con afecto.