Nada le sale bien al Zamora. El equipo probó en Las Gaunas con tres centrales y salió mal, trató de reaccionar, cambió de esquema pero las ocasiones no entran y al final, para postre, se falla un penalti cuando se está dos a cero abajo. El fútbol es un estado de ánimo, dijo aquel, y el de la SD Logroñés está por las nubes mientras el de los de David Movilla está en los sótanos. Nueva derrota del equipo, la cuarta consecutiva, anclados los rojiblancos en la zona de descenso porque no marcan un golito por cuarta semana consecutiva.

Salía el Zamora con novedades en el once, la primera en la portería tras la conocida lesión de Jonmi, y con la novedad de tres centrales, con dos carrileros más adelantados y una presión alta que permitió a los castellanos adueñarse del encuentro. Piña, a la salida de un córner, tenía el 0-1 apenas a los dos minutos pero Jero sacaba una manopla salvadora para los suyos. Apenas tres minutos después, nueva opción en un remate suave, peinadita de Losada que sacaba el meta riojano con apuros y a cuyo rechace no llegaba Baselga por centímetros, finalizando la jugada en córner.

Diego tuvo el primer aviso local a los diez minutos en una jugada que también acababa en saque de esquina, arranque muy dinámico de unos y otros con los depósitos de combustible aún repletos. Iba a más la SDL, y no tardó en plasmarlo en el marcador cuando en un servicio desde la esquina, una serie de rechaces acabó cayendo a pies de Albisua quien enganchó de primeras a la altura del punto de penalti, tiro raso y cruzado imposible para Jon Villanueva. De nuevo el fútbol le hacía un guiño cruel al equipo de David Movilla, ya contra la corriente fuerte de un marcador adverso.

Arriba a la derecha, Piña cabecea el esférico de forma poderosa. | | ÁREA 11

Quería reaccionar el Zamora y tuvo una buena oportunidad en un zurdazo de Kepa Vieites al paso por el minuto 23 que se le marchaba cerca de la escuadra del marco blanquirrojo. Pero los de Movilla no estaban cómodos y perdían la pelota con mucha rapidez.

Minutos de dominio local con el técnico zamorano sacando a calentar a varios jugadores. Parecía que iba a mover piezas Movilla sobre la media hora, con la SD Logroñés dominando y pisando campo rival con posesiones largas y peligro en un par de llegadas donde Íñigo Piña fue el capo de la zaga. Poco a poco volvió a carburar el once del Ruta de la Plata, con Piña adelantando algo su posición cuando el equipo tenía la pelota. Volvía a tenerla Kepa al paso por el minuto 39 tras una buena jugada combinativa del equipo de lado a lado, pero su zurdazo a bocajarro lo sacaba un zaguero riojano a córner. Con un último susto local, un gran pase filtrado a Soberón con caída ante la presencia de Xisco Campos sin que se indicase nada se llegaba al asueto.

Triple cambio del técnico del Zamora en el descanso, volviendo a línea de cuatro y tratando de meter más pólvora con Dieguito y Javi Navas en el campo. Juanan tenía la primera a los tres minutos, en un Zamora que quería mandar y quería igualar el tanteador por la vía rápida. Y es que con cuatro en el centro del campo, es otra cosa.

Aún así, los locales sacaban la pelota jugada desde atrás con calidad y sangre fría ante un cuadro visitante que volvía a morder en la presión alta. Peligro de la SD Logroñés a la hora de encuentro en una jugada individual de Soberón y un córner donde Diego Esteban percutía con clase casi hasta el área chica.

Tuvo el empate a renglón seguido Dieguito en una jugada personal por el carril central, soltando un trallazo a 25 metros de meta que botó justo delante de Jero, metiendo en aprietos al arquero local. No había dueño claro en un intenso partido, un toma y daca sin ahorrar un solo esfuerzo ninguno de los titanes sobre el verde.

A la derecha de estas líneas, Dieguito es objeto de falta en su intento por avanzar hacia el gol. | | ÁREA 11

El Zamora quería pero le costaba. Luque entraba y pronto dejaba ya algunos detalles de clase a la hora de construir fútbol de ataque, si bien en los contragolpes la SD Logroñés iba viendo más huecos a medida que los visitantes adelantaban líneas. Se iba Calderón en solitario pero Cordero llegaba providencial al corte cuando se mascaba el dos a cero en Las Gaunas. Xíker remataba el envío desde la banderola, desviado.

Como desviado se iba el intento de Carlos Ramos en una falta muy lejana, con un trallazo fortísimo pero alto. Y la mejor del Zamora hasta el momento en el minuto 77, cuando Luque soltaba un zapatazo desde 25 metros que Jero salvaba muy cerca del travesaño.

Y cuando se mascaba la opción del empate, una llegada de Calderón acababa con centro raso y un remate afortunado del recién entrado Jon Ander, poco ortodoxo pero eficaz para hacer el segundo tanto riojano. La cosa se ponía casi imposible pero el Zamora nunca se rindió, con una primera opción de Piña en un chut a la media vuelta y la más clara del encuentro a cinco del final, cuando percutía Kepa con clase y era derribado por Caneda cerca ya del área chica. Penalti.

Lo lanzó con potencia Luque pero Jero Lario le adivinó la intención despejando en un paradón. El rechace llegaba a Dieguito y su chut lo volvía a sacar el meta local, una jugada que resume todas las desgracias del Zamora en este tramo de la temporada. Incluso Calderón perdonaba el tres a cero en un contragolpe, con un tiro raso y cruzado que se iba fuera por muy poquito. Con un par de intentos desviados de Adri Herrera ya en el añadido morían las opciones de un Zamora al que todo le salió del revés en Las Gaunas.

“Jodido”. Así estaba el técnico David Movilla y, según sus palabras, también los jugadores del Zamora CF tras perder un encuentro en el que, en palabras del técnico vasco, el rival “fue claramente superior”.

“Hay que felicitar al SD Logroñés porque ha sido el primer equipo en ocho jornadas que muestra una superioridad sobre nosotros, especialmente en la primera parte”, indicó ayer Movilla, argumentando que “el rival utilizó dos variantes ofensivas que no fuimos capaces de equilibrar hasta el descanso”. Un punto del que se consideró “el único responsable”, apuntando que fue “mérito de ellos” y demérito suyo por “no ser capaz de contrarrestarlo”.

Sobre ese primer tiempo, el vasco explicó que el Zamora CF tuvo “otra vez las dos primeras del partido”, pero se encontró con “un Jero Lario que estuvo espectacular”. “A partir de ahí hasta el descanso, he tenido la sensación de que necesitábamos un tiempo muerto o un parón para ajustarnos. No fuimos capaz de adaptarnos a sus variantes ofensivas y fruto de ello, las sensaciones que ellos tuvieron y la superioridad que manifestaron hasta el descanso”, explicó, relatando además que, “en la segunda mitad”, el Zamora CF fue capaz de “encontrar el equilibrio”. “Nos hemos ajustado y hemos generado lo suficiente como para poder marcar pero no ha sido posible”, subrayó Movilla, apostillando: “aún así, creo que el rival ha sido superior”.

El técnico rojiblanco no dudó en asegurar que “el equipo está jodido”. “Hay mucho dolor en el vestuario. Yo también lo tengo”, afirmaba, indicando que tanto él como el resto del grupo tratará de “canalizar ese dolor al partido siguiente” y que, a día de hoy ve al equipo anímicamente capacitado para darle la vuelta a su situación. “El equipo está tocado pero, cuando arranca un nuevo partido, al equipo se ve con convicción. Eso me hace creer”, concluyó.