“El lunes parecía como si, en lugar de jugar un partido de fútbol, hubiéramos venido de una guerra”, comentaba ayer David Movilla, explicando la complicada realidad que el Zamora CF vive por sus lesiones y sanciones. Limitaciones que el técnico espera que los rojiblancos superen una vez más ante el Burgos CF, un gran adversario de tremendo potencial que es “líder virtual” de esta segunda fase de grupo pero ante el que los rojiblancos aspiran a “encontrar su mejor versión” para volver a plantar cara y hacer sentir feliz a la familia rojiblanca al término del choque en El Plantío.

El cuadro de bajas rojiblancas es tan amplio que, según explicaba Movilla ayer, “como el juvenil no juega esta semana, varios de sus jugadores acudirán a El Plantío con el primer equipo en base a las necesidades que detectemos en la plantilla”. Un recurso que comenzará por incluir al joven Lucas como sustituto de Villanueva pues, en palabras del técnico vasco, “Mapisa será baja por una rotura fibrilar de un centímetro en el abductor”. Una ausencia que, sumada a la sanción que debe cumplir Moha, pone a este joven en convocatoria.

Lucas puede no ser la única novedad en la lista frente al Burgos CF ya que, además de las nueve ausencias seguras (Adri Herrera, Asiel, Astray, Conejo, Coque, Juanan y Mapisa, lesionados; y Sergio García y Moha, sancionados) otros tres jugadores arrastran problemas serios. Delmonte, que ya forzó el pasado domingo y sigue sin poder entrenar; Dani Hernández, con molestias en el tobillo; y Dani Hache, que se ha sometido a una resonancia esta semana.

El parte tan amplio ha afectado a los entrenamientos y el entrenador así lo reconoció, asegurando que las ausencias “condicionan el trabajo entre semana y el diseño de sesiones o la estrategia operativa que demanda el partido, como también las posibilidades de giro durante el encuentro”. Pero Movilla no es de excusas y su Zamora CF, tampoco, por eso no dudó en subrayar que las ausencias “condicionan pero no determinan”. “Vamos a tratar de llevar a cabo lo que sí podemos hacer. Estando conectados, vibrando en un nivel alto de entusiasmo y energía para sacar lo mejor del equipo, que reside en su fuerza colectiva, y tratar de dar la cara como lo hemos venido haciendo antes”, apuntó, sabiendo que para el grupo “lo importante es llegar al vestuario con la sensación de haber honrado unos valores” y eso tratará de conseguir una vez más en El Plantío.

En dicho escenario espera el Burgos CF, un rival que “maneja muchas variantes tácticas” y que “alterna a nivel de estructuras” para acabar jugando “de manera efectiva” como demuestran el hecho de “haber firmado una temporada casi inmaculada”. Un adversario que, en opinión del míster, “habrá tomado buena nota” del encuentro del Ruta de la Plata y tratará de doblegar al Zamora CF en virtud a “su gen competitivo”. Porque, pese a que “va a ser campeón y eso no duda nadie”, tampoco se dudó ayer de la profesionalidad de un rival que “de llegar a relajarse, lo haría en las tres jornadas porque es el virtual campeón ahora mismo”. Además, los burgaleses no querrán fallar a una afición que volverá a llenar El Plantío y pondrá las cosas muy difíciles a los rojiblancos con un escenario de esos que “se echan de menos”, como confesó ayer Movilla, pero que no facilitará las cosas al plantel zamorano. Un equipo dispuesto a reencontrarse “con su mejor versión” porque, bajo estas circunstancias y como ha repetido durante toda la temporada su entrenador en partidos anteriores, si el Zamora CF no rinde a ese nivel, estará “condenado a un resultado negativo”.