Tranquilo, sereno y tratando de aislar al equipo de cualquier euforia externa que pueda mermarle en una temporada a la que no quiere poner nota. Así se encuentra el entrenador del Zamora CF, David Movilla, cuyo principal reto es sacar el máximo rendimiento a sus jugadores, y no pensar más allá del próximo rival, ni siquiera en su renovación, y es que insiste en que no es el momento.

–Llega la última jornada de la primera fase con la Primera RFEF asegurada, ¿ha superado sus expectativas o siempre ha esperado el máximo del equipo?

–Uno de los aciertos que hemos tenido es no generarnos expectativas. Vivir cada entrenamiento, cada partido. Muchas veces los entrenadores somos excesivamente intervencionistas y ponemos límites a nuestros equipos, pero creo que, con esta plantilla, si algo hemos hecho bien en el cuerpo técnico es no ponerle límites y a partir de ahí son ellos los que están dando un nivel extraordinario hasta la fecha.

–Siempre dice que no mira la clasificación, que solo piensa en el siguiente partido… ¿cómo consigue ese mismo control en la plantilla?

–No soy ajeno al entorno, a la expectativa externa que hay, pero, al igual que no soy ajeno a ello, soy consciente de en qué energía vibra el equipo, y soy consciente de cuando el equipo vibra en una energía limitante para obtener su mejor versión, y lo que tratamos es de equilibrarlo. No siempre lo conseguimos. Hay veces que los factores externos son más poderosos que la capacidad que podamos tener desde dentro para vibrar en la energía que queremos, pero tengo que decir que por norma general hemos estado bastante aislados o ajenos a la energía en la que se vibra de puertas hacia fuera del vestuario. Creo que eso ha sido positivo para el equipo porque entendemos que todo lo que no nos hace más fuertes, todo lo que no nos potencia, nos limita y tratamos aislarnos de todos esos pensamientos que nos pueden en algún momento limitar y tratamos de elegir qué pensar. Es decir, ante la misma realidad podemos pensar de manera diferente y elegimos pensar todo aquello que nos potencia y nos genera una emoción potente, empoderadora para dar nuestra mejor versión. En gran parte de la temporada lo hemos conseguido, no siempre.

–Pero, ¿cómo se controla a un grupo de jugadores tan jóvenes?

–Con naturalidad. No se trata de controlar, se trata de generar un pensamiento que nos potencie. Compartir, crear conciencia, hacer referencia a experiencias previas anteriores, hablándoles desde el corazón. Muchas veces cuando hablamos desde la cabeza, desde lo racional, no conectamos con la persona. Hablándoles desde lo más profundo que tenemos y teniendo conversaciones con ellos respecto a aquello con lo que entendemos que nos tenemos que conectar. Cada semana hemos encontrado, o hemos identificado, aquellos aspectos mucho más importantes que la clasificación a los cuáles nos hemos querido conectar. No siempre lo hemos conseguido pero muchas semanas hemos conectado con nuestros valores, con nuestra esencia, con nuestra identidad, y eso es lo que nos hace rendir bien o rendir mejor que el aspecto clasificatorio. Es normal que el entorno se agarre a la clasificación, al resultado… es normal porque vosotros no vivís el vestuario ni la realidad del juego, pero nosotros estamos en otra realidad y, al igual que respetamos la realidad en la que vive el entorno zamorano, pues vosotros, lo creáis o no, tenéis que saber que nosotros vivimos en otra.

–Lo que cuesta entender o creer que es que no mire la clasificación después de cada partido.

–La clasificación al final de temporadas sí la miro.

–Me refiero a cada jornada.

–Al principio de temporada te aseguro que no. No me aporta nada, no me dice nada. No sabes la de datos del rival que manejamos cada semana… lo que menos me dice es la clasificación. Tengo muchísimos datos y vídeos que analizar como para perder tiempo en la clasificación. Sí es cierto que cuando ya quedan pocas jornadas ya miras, evidentemente. Por ejemplo, el otro día contra el Compostela sabíamos cómo estaba la clasificación y supimos gestionar bien esa situación para no asumir riesgos innecesarios en los últimos minutos. Es evidente que en las últimas semanas somos conscientes de la clasificación, pero te aseguro que a principios de la liga no. Llevo años ya así.

–Da la sensación de que lo que ocurrió en el lejano play-off de Haro-Alcobendas influye directamente en el querer controlar la euforia constantemente en el vestuario.

–Llevo dos años y medio aquí y lo más mencionado es Haro. Es llamativo que en unos años en los que se han batidos récords de puntos, goles, victorias seguidas, goleadas… sea lo más mencionado. Es normal, no solo aquí sino a nivel general, porque siempre hace más ruido un árbol cayendo que mil creciendo.

–Me refiero a que lo han relacionado, la euforia con la eliminación, con la derrota.

–Hemos identificado varios aspectos que entendemos que no suman, la experiencia te tiene que ayudar a eso. Hace pocos días hablamos en el vestuario de varias cosas al respecto porque la experiencia es un grado y sabemos en qué energía vibra el entorno. Como te he dicho antes, lo que no te potencia, te limita, y aquella semana hubo muchos aspectos que nos limitaron para encontrar nuestra mejor versión, y lo que no vamos a hacer es cometer los mismos errores.

David Movilla, técnico del Zamora CF Nico Rodríguez

–¿Va a seguir en el Zamora CF, sí o no?

–No tengo ni idea. Estamos en marzo.

–El año pasado renovó antes del play-off para evitar ese “ruido” que tenía en la cabeza por las ofertas que le llegaban.

–Pero ahora no tengo ruido y estoy centrado en lo que hago. Si llegara a tener ruido lo afrontaría, pero las circunstancias de la temporada pasada eran otras. Fueron dos o tres meses de confinamiento, en los que no hubo competición y en los que había posibilidades importantes de formar parte de otro club, y quise quitarme ese ruido de la cabeza porque no me potenciaba. Ahora no hay ninguna situación, ni estoy hablando con nadie, estoy tranquilo.

–¿Ha recibido ofertas?

–Ahora mismo ni me planteo abrirme a nada, estoy en plena competición. Me parecería una falta de respeto al Zamora CF hablar con otro club, y cuando lo he hecho el club lo ha sabido al minuto. No es momento de ofertas, es momento de pensar en el Deportivo de la Coruña.

–César Villafañe, director deportivo, quiere sentarse a hablar.

–Yo a César y a Víctor (presidente del Zamora CF) siempre les pago una comida todos los meses y estoy encantado de sentarme, hablar y compartir cosas. Tenemos confianza y una relación que permite hablar con sinceridad.

–¿Si plantean su renovación va a decir que no es el momento?

–Por supuesto. Ya saben ellos que no es el momento. Este es el momento de hablar del Deportivo. En el Zamora hay cosas más importantes que la renovación del entrenador.

–Partido a partido, se piensa en el Deportivo de la Coruña y aunque ya se tiene la Primera RFEF, hay que sumar los tres puntos.

–Bueno, hay que disfrutar. Luego la consecuencia será sumar tres, uno o ninguno, pero hay que disfrutar. En esta vida disfrutamos bastante poco.

–Se llega a la última jornada ante el Dépor con el Zamora CF ya clasificado y ellos se la juegan y no dependen de sí mismos. ¿Han podido acusar la presión externa?

–Me parecía osado hablar de lo que está ocurriendo a 600 kilómetros, puedo tener una opinión, pero un criterio claro no. De lo que puedo hablar es de lo que está pasando en Zamora.

–¿Qué pasa en Zamora?

–En Zamora pasa que disfrutamos de lo que hacemos, hay vínculos de calidad. Cuando uno es feliz haciendo lo que te gusta hacer y ejerciendo tu vocación, emerge tu mejor versión. Cuando se consigue crear un equipo de alto rendimiento, unos jugadores al servicio de lo que necesita el equipo, todo vibra de forma positiva, y eso hace que rindan al máximo de sus posibilidades. Yo a César (Villafañe) y a Víctor (de Aldama) siempre les digo que mi compromiso es que el equipo va a estar cerca de su mejor versión en gran parte de los partidos, habrá días en los que no, y eso no sé hasta donde nos va a dar. Por ahora nos ha dado conseguir otro ascenso a Primera RFEF. Eso es lo que ha pasado en Zamora, que hay un equipo que ha ido al límite cada entrenamiento, cada partido y que se ha mostrado competente en muchas semanas.

–En la segunda fase le esperan Burgos, Cultural y Valladolid B, ¿hay opciones de llegar al play-off a Segunda A?

–No tengo ni idea y no me preocupa. Volvemos a conectarnos con cosas que no nos potencian. Es muy difícil, si miras esos presupuestos estamos hablando de otro nivel, pero también había otro nivel en muchos de los equipos de nuestro grupo. Lo que tengo claro es que vamos a jugarles de tú a tú, cara a cara y que les va a costar ganarnos. A partir de ahí, si nos da para ganar y clasificarnos, pues bien, si no, nos iremos a casa orgullosos. Luego siempre habrá alguno que, cuando alguien te gane o te elimine, te recuerde lo malo que eres. A veces no estamos a la altura de la vida perfecta que tienen algunas personas. No somos perfectos y en este deporte hay veces que son mejores que tú.

–Está a la defensiva incluso disfrutando del mejor momento.

–No estoy a la defensiva. Llevo 22 años entrenando, y el día que caigamos habrá 4, 5, 10 o 200 personas que te digan lo malo que eres o lo mal que lo estás haciendo.

–Ahora hay cientos o miles que le dicen lo bien que lo está haciendo.

–Le doy la misma importancia. Yo aquí, en Zamora, he sido silbado después de ganar 5-2 a un equipo. Una pitada de escándalo. El otro día después de empatar a uno y ponernos líderes, también fui pitado por un sector reducido. Entonces, como sé que hay gente que es perfecta en su vida, exige esa perfección que nosotros no tenemos como equipo, ni yo como entrenador. Yo no soy capaz de asegurar que se va a ganar todo, porque siempre hay gente mejor, no somos los mejores del mundo. Y habrá gente que esté esperando ese momento para recordarnos lo malos que somos.

–También se puede ganar sin ser mejor.

–Y eso es la grandeza de esto, y por eso estamos donde estamos.

–Si ahora mismo concluyera la temporada, con la Primera RFEF, pero sin jugar por Segunda División A, ¿cómo describiría la temporada?

–Agradecido a todos los futbolistas y a todos los que han contribuido a que este equipo rinda a este nivel.

–¿Cómo la calificaría?

–Sería muy presuntuosos. ¿Yo hago el examen y yo me evalúo? No.

David Movilla, técnico del Zamora CF Nico Rodríguez

–¿Hay algo que tenga prohibido en el vestuario?

–No sé si existe la palabra prohibido, bastantes restricciones tenemos en la sociedad como para prohibir cosas.

–Normas. Aspectos que ayuden a que la afición le conozca mejor.

–Son ellos, los jugadores, los que a principio de temporada consensuan las pautas, los comportamientos por los que quieren que se rija el vestuario. Hacemos una serie de pactos, pero son ellos los encargados de identificarlos, consensuarlos y llevarlos a la práctica. La verdad es que yo tengo una participación residual en ese tipo de aspectos más disciplinarios. El liderazgo no se trata de imponer o restringir, se trata de inspirar y yo, desde mi perspectiva, lo que trato es de inspirar y acompañar a mis futbolistas, al equipo, a encontrar su mejor versión. Todos los temas disciplinarios u organizativos son meramente conductuales, no son lo verdaderamente importante en un equipo porque lo que sí es importante es que identifiquen y consensuen unos valores compartidos para tener unos comportamientos que honren esos valores. Ahí sí tengo una participación activa para acompañares, inspirarles, ayudarles y recordarles en ocasiones que esos son los valores que nos conectan con nuestra esencia y nuestra identidad.

–¿Es el mejor vestuario que ha dirigido?

–Llevo años que siempre en mi cuerpo técnico dicen que es el mejor vestuario en el que han estado… pero la verdad es que llevo años sintiéndome muy afortunado por tener grandes personas a mi lado. Comparar con otros es complicado, pero sí es un extraordinario vestuario porque hay unas extraordinarias personas, con un propósito compartido y al servicio de lo que necesita el equipo. Disfruto mucho con ellos y entre ellos también disfrutan. Puedo decir con orgullo que seguramente todos los futbolistas al menos son felices seis días a la semana. Luego llega el día de partido y unos son más felices porque juegan, y otros un poco menos porque participan menos, pero mi mayor orgullo es ese.

–Entiendo que habrá jugadores, algunos de los que se fueron en el mercado de invierno, que no serían tan felices si apenas no jugaban.

–Ninguno de esos jugadores se quería ir. Eso lo digo con orgullo, y de la temporada pasada tampoco. Por eso digo que futbolistas con pocos minutos, cuando apareció la posibilidad de marcharse, querían seguir estando aquí. Eso es un orgullo como entrenador porque entiendo que cada uno de nosotros si somos felices en nuestro trabajo rendimos más. Uno de mis propósitos es que sean felices haciendo lo que hacen, dentro de la exigencia. No hay que disociar la exigencia de la felicidad.

–¿En qué ha cambiado el equipo que empezó en octubre al de ahora?

–Ha habido bajas importantes como las de Juanan, Coque y Adri Herrera que han debilitado al equipo porque eran jugadores importantes. Juanan y Coque llevaban mucho tiempo, y Adri estaba en un gran momento. Luego han venido otros chicos con otras capacidades que aportan cosas diferentes. Los dos argentinos, que dan un nivel de competitividad elevado; Astray, que tiene una polivalencia y condición en el centro del campo elevada; Hache, que ha tenido su participación y sus minutos importantes, y ahora Alex Menéndez para suplir a Coque, y por lo que nos ha transmitido está sorprendido del vestuario que se ha encontrado. Todos los chicos nuevos que llegan los primeros días se quedan sorprendidos por varias cosas de las que hacemos y por la energía en la que vibra este equipo. Cuando empiezan a fluir, que es muy rápido, en la misma energía que el resto pues enseguida están disfrutando. Esta es una de las características y virtudes que tiene este equipo, y es un motivo de orgullo para todos los que lo componemos.