La posición clasificatoria en Segunda B del Zamora CF ilusiona al más pintado, y el hecho de poder garantizar el play-off ante el Compostela es tema candente en las calles de la ciudad. Sin embargo, David Movilla tiene claro que la clasificación es consecuencia directa del juego y no al revés. Por eso, y porque enfrente estará “el equipo con mayores recursos ofensivos” al que se ha enfrentado en 22 años de carrera deportiva, el técnico tiene claro que lo fundamental para los rojiblancos es concluir el partido del domingo sintiéndose “orgullosos de lo hecho sobre el campo”.

“Nos jugamos nuestro orgullo. Es todo lo que nos jugamos, como lo hemos hecho todas las semanas. Sentirnos orgullosos de nosotros mismos y acercarnos nuestra mejor versión; todo lo demás, es basura en la cabeza que no nos ocupa”, señaló el técnico sobre la posible trascendencia clasificatoria del encuentro. Y es que, bajo su punto de vista, “pensar en eso no potencia al equipo, nos debilita. Todo lo que no sea pensar qué hacer para ganar al Compostela supone emplear una energía importante de manera equivocada”. Además, el vasco asegura que “siempre que se miró la clasificación se ha visto al peor Zamora”.

Por todo ello, tanto la mente de Movilla como la de todo el vestuario rojiblanco está centrado en el Compostela y en la manera de ganar un encuentro que se presenta muy complicado. “Necesitamos una gran versión el domingo, especialmente en defensa porque, si se defiende como defendimos el otro día en Salamanca, el resultado estará sentenciado al descanso”, afirmó el entrenador, ayer, consciente de esos “recursos ofensivos” con los que cuenta el cuadro gallego.

Movilla destaca que el Compostela no solo tiene “el talento individual de sus jugadores (como Primo o Juanan), que es muy elevado” sino que es sobresaliente a la hora de “desarrollar las variantes que tienen al atacar. Monopoliza la posesión, sabe ser vertical, jugar directo y tienen multitud de automatismos para desarrollar un ataque tremendamente complejo de neutralizar”. “Por todo ello han ganado en campos muy difíciles y vamos a tener que hacer un trabajo defensivo encomiable y manejar todas las situaciones de juego sin balón para intentar atacar el máximo tiempo posible pues cuanto más tengamos el balón, menos protagonistas serán”, razonó el entrenador.

“Necesitamos ser una buena organización, gran intensidad y ser ganadores de duelos directos. Intentar llevarles a las situaciones de juego que manejan no tan bien, porque manejan todas francamente bien. , intentando llevarles a las situaciones que peor manejan porque manejan todas francamente bien”, recalcó Movilla, asegurando que el Zamora y su afición necesitará “estar conectado con el juego, con los valores y la exigencia máxima que requiere el envite”.

Para el vasco, todo lo que han hecho sus chicos hasta ahora es “para enmarcar”. “Creo que la afición puede sentirse muy orgullosa del equipo, ya salvado a falta de cuatro jornadas para el final en este grupo en el que hay grandísimos equipos con grandísimos presupuestos que jugarán la promoción de descenso. Nosotros no vamos a estar allí ya, todo lo que llegue después será el añadido”, razonó. Un extra que ilusiona a la afición pero no ocupa el presente del vestuario rojiblanco, con la mente puesta en “disfrutar de lo que hacemos, independientemente de las adversidades. Sin complacencias”. Un presente que pasa por un choque en le que los zamoranos “por las capacidades del rival”, necesitarán “de cada aliento en todo momento. Celebrando cada robo y cada saque de banda” pues, según Movilla, el Compostela supone “un reto tremendo”. Un desafío que requiere de toda la atención posible, sin pensar más allá del pitido final del domingo.