Como dice la canción de Joan Manuel Serrat “Hoy puede ser un gran día”. El Zamora CF puede acabar el día como líder del Grupo A1 de la Segunda División B si consigue doblegar al Guijuelo, al que visita esta tarde a partir de las 17.00 horas para disputar el encuentro que fue aplazado hace semanas por los casos de COVID-19 que sufrían los chacineros. Los de David Movilla, actualmente segundos con 25 puntos, están ahora mismo a un solo punto del todavía líder, Unionistas de Salamanca, y una victoria les permitía superarles en la tabla en lo que sería un nuevo golpe de efecto de un equipo que no ha encontrado todavía su techo en la competición.

Bien es cierto que el entrenador de los rojiblancos quiere huir de euforias y no verbaliza nuevos objetivos, una vez que se ha logrado (salvo hecatombe) la permanencia en Segunda División B, pero los aficionados y simpatizantes del Zamora CF sí tienen derecho a soñar y a ilusionarse con el equipo tras años deambulando por la Tercera División, y así lo hacen en una temporada más que positiva para la familia rojiblanca. Así, quien más y quien menos mira la clasificación y ve al equipo zamorano en un lugar privilegiado, y tienen ansía de más. Esta alegría, más o menos contenida por el buen hacer del equipo, no es impedimento para mantener la cautela y ser conscientes de que esta tarde el Guijuelo apura uno de sus últimos cartuchos para huir de la zona más desfavorecida de la tabla, y eso le hace ser más peligroso. Sin embargo, la realidad de ambos planteles es más que contrapuesta. Por un lado, los de Movilla viven las mieles de una temporada en la que todo acompaña (por derecho propio ganado en el campo) y ahora solo les queda disfrutar y ver hasta dónde pueden llegar en esta primera fase, mientras que los chacineros tienen la soga al cuello, aunque acabar esta primera fase entre los cuatro últimos no significa el descanso sino seguir luchando por evitarlo.

Ante esta situación de su rival, Movilla indicó que será un compromiso difícil ante un rival que, admitió, está herido “y que si la liga acabara dentro de cuatro jornadas lo tendrían francamente difícil. Pero ellos saben, al igual que nosotros, que luego les van a quedar ocho jornadas más, y entonces es un equipo muy vivo, porque quedándoles doce jornadas les quedan 36 puntos, es una barbaridad. Independientemente de lo que pase hoy tiene todas las opciones de salvarse, lo cual no quita para que ellos intenten enderezar ya” su rumbo.

Así las cosas, lo que también es una realidad es que el cansancio y desgaste del fin de semana pasará factura a jugadores que han tenido muy poco tiempo para recuperarse. Por este motivo, Movilla ya comentó que su once titular también dependerá del estado de los jugadores, que el domingo se dejaron todo en el Reina Sofía (1-2) para sumar una brillante victoria. Así, es probable que haya más variaciones de las habituales entre los protagonistas, aunque, como cada semana, acertar el once inicial rojiblanco es como hacer la quiniela.

Las únicas bajas seguras por lesión son las ya conocidas de Juanan y Adri Herrera, por lo que el resto dependerá del estado y grado de fatiga. “No solo está la fatiga física, también está la mental. No hay tregua aquí, estamos todavía con mucho trabajo pendiente, y trataremos de llegar a un nivel óptimo a nivel mental, a nivel condicional también, pero esta es una dificultad para ambos equipos y de la misma manera la afrontamos”, añadió el míster en la rueda prensa previa al nuevo derbi regional.

Además de este encuentro, hoy miércoles se disputará otro derbi, en este caso gallego, entre el Racing de Ferrol y el Celta B. El filial vigués está un punto y un puesto por debajo del Zamora CF y pendiente de cualquier traspié para volver a adelantarle en la tabla. Una vez finalice este encuentro en el Luis Ramos, el Zamora tendrá un poco de descanso y es que este fin de semana del 27 y 28 de febrero no hay Liga, sino que destinaron los días para la recuperación de partidos.