El objetivo de asaltar el play-off es ciertamente complicado pero ayer el Zamora CF se ganó, al menos, la licencia de soñar con una fase de ascenso que sigue teniendo a ocho puntos gracias al merecido triunfo cosechado ante uno de los gallitos del grupo, Unionistas de Salamanca. Los rojiblancos supieron adaptarse a las necesidades del encuentro y en el segundo acto aprovecharon su velocidad para, en dos latigazos de Raly y Sopale, poner el definitivo 2-0 ante unos charros que aunque tuvieron la posesión no hicieron daño en ataque y se fueron desinflando con el paso de los minutos. Fue un triunfo colectivo de un equipo que no quiere arrojar la toalla aunque el reto de luchar por el ascenso sigue siendo ciertamente complicado ya que solo quedan 24 puntos en juego. Tal y como se esperaba el encuentro tuvo un inicio abierto con un Unionistas que dejó claro rápido que, como mandan sus aspiraciones, no había llegado al Ruta de la Plata a encerrarse. Así, trató de sumar metros ante el Zamora CF, que tampoco estaba dispuesto a echarse atrás en su propia casa lo que derivó en un dominio alterno aunque sin ocasiones claras.

Eso fue el primer cuarto de hora porque a partir de entonces fueron los salmantinos quienes empezaron a controlar y a ejercer una mayor presión, pero sin llegadas de peligro algo que se mantuvo durante prácticamente los noventa minutos. De hecho quienes estuvieron cerca de cantar el primer gol de la tarde fueron los locales con un disparo de Caramelo que tras desviar el portero sacó Luis Obispo bajo palos, en lo que hasta el momento había sido la mejor (y también única) opción de inaugurar el electrónico y que muchos protestaron al considerar el que esférico había entrado por completo. El Zamora no podía dejarse apabullar y en eso estaba cumpliendo porque los visitantes, aunque controlaban el balón, apenas habían aparecido en ataque, solo con una falta que Cristo envió alta y un flojo disparo de Chamorro. Los rojiblancos estaban realizando un gran desgaste, y la duda era si las fuerzas iban a aguantar en un segundo acto al que se llegó sin mover el marcador y después de 45 minutos en los que se vio muy poco en el apartado ofensivo.

Con el comienzo del segundo tiempo ya se conocía la victoria del Cristo Atlético, lo que aumentaba la presión de los zamoranos en busca del triunfo para no quedarse aún más descolgados del play-off. Un remate de Iñaki y un disparo de Diego Ortiz sirvieron para estrenar el segundo tiempo que se inició sin cambios entre los protagonistas, aunque Losada no tardó en mover ficha dando entrada al ex de Unionistas, Mario Sopale, y antes hubo tiempo para ver una buena actuación de Miguel ante una falta botada por Cristo. El Unionistas estaba desinflado en este tramo y los rojiblancos trataban de aprovecharlo, y es que se les veía más frescos. Losada quiso meter más velocidad a su equipo y dio entrada a Raly, que rápido aprovechó su oportunidad cuando al minuto de pisar el terreno de juego recibía un centro desde la izquierda y batía a Javi Díaz. Con el 1-0 a los salmantinos les entraron las prisas, pero los locales no estaban dispuestos a ceder y cinco minutos después era Sopale quien recibía el esférico y desde el punto de penalti ampliaba distancias. Los visitantes trataron de reaccionar pero aunque rondaron la portería los zamoranos no estaban dispuestos a echar por tierra el buen trabajo realizado e incluso Revi y Raly tuvieron el tercero aunque el marcador no volvió a moverse, pero fue suficiente para lograr tres puntos que les mantienen, al menos, con la esperanza de dar la sorpresa.