Aunque en el fútbol no siempre es así, ayer fue el mejor equipo el que se llevó los tres puntos en juego, y ese resultó el Zamora CF. Los rojiblancos, sin desplegar (ni de lejos) la mejor versión de sí mismos, fueron superiores al CD Villaralbo en un esperado derbi provincial que se decantó para el bando capitalino. Dos goles le bastaron a los de Miguel Losada, uno en cada tiempo obra de Iñaki Eguileor y Diego Ortiz, para cerrar un triunfo que los azulones solo pusieron en peligro tras el descanso, cuando vivieron sus mejores minutos y rondaron la portería defendida por Miguel, aunque se desfondaron rápido.

Como suele suceder además en los derbis provinciales el miedo a perder fue la nota predominante en muchas acciones y ninguno de los planteles quiso arriesgar demasiado en sus planteamientos, aunque sí es cierto que el dibujo del Zamora CF fue más ofensivo de lo que venía sucediendo en los últimos compromisos fruto, tal vez, de la necesidad de volver a ganar después de la derrota ante la Segoviana y el empate frente a la Virgen del Camino. Con este resultado el Zamora CF se coloca quinto en la tabla, a nueve puntos de la zona de play-off, mientras que el CD Villaralbo continuará una semana más como "farolillo rojo" y ve aumentadas sus necesidades de victoria que empiezan a ser ya urgencias.

Desde el primer minuto de partido fueron los rojiblancos los que tomaron el peso del choque y dominaron territorialmente en el Fernández García.

Los de Losada sumaban metros ante un Villaralbo con una nutrida defensa que repelía las llegadas rivales; las más destacadas una de Iñaki a la salida de un córner y sobre todo un cabezazo de Revi, tras un gran balón que le cedió Diego.

Los capitalinos estaban mostrando algo más y al final les llegó la recompensa en una jugada que inició Juan de la Nava, prosiguió Sopale y culminó Iñaki con el primer tanto de la matinal, que fue muy protestado por posible mano del delantero zamorano que el colegiado no consideró como tal. Con el 0-1 al Zamora CF se le veía algo más relajado aunque la efectividad volvía a ser una peligrosa asignatura pendiente y es que Revi tuvo poco después la posibilidad de ampliar distancias en una falta peligrosa desde la media luna que David repelió bajo palos.

Los azulones trataban de responder a los golpes recibidos y opciones para ello tuvieron, ambas a balón parado, y con David Grande como protagonista aunque la primera fue rechazada por Miguel, en lo que prácticamente era el estreno del cancerbero zamorano en el encuentro, y después el jugador local estrelló el esférico contra la barrera.

Con 0-1 y todo abierto para el segundo tiempo se llegó al descanso que sirvió al Villaralbo para espolearse y salir con una marcha más. Los de Chus Benito saltaron al terreno de juego a morder y gozaron de dos jugadas consecutivas para poner un empate que hubiera cambiado el rumbo de este primer derbi provincial de la temporada, pero primero Juanen y después Jarabo erraron en sus acciones.

Tras verse sorprendidos por los villaralbinos, los de Losada terminaron por reaccionar y lo hicieron de forma letal con un gran centro de Sopale a Diego Ortiz para que el ex del Villaralbo pusiera el 0-2 en el marcador, un tanto que no celebró por su pasado en las filas azulonas. A partir de este instante, los rojiblancos tuvieron hasta cuatro ocasiones prácticamente consecutivas para rematar el encuentro, las más destacadas dos de Diego Ortiz que primero el meta y después Juba salvaron en línea de gol, y poco antes los que tuvieron la diana fueron Iñaki, que mandó alto el esférico, y Sopale, que envió fuera.

El Villaralbo, sin uno de sus referentes en ataque, Magui, que vio el partido desde la grada, parecía entregado a la causa y es que apenas volvió a aparecer al ataque mientras que el Zamora CF sí buscó el tercero aunque su efectividad estaba dejando mucho que desear. Primero Sopale falló una vaselina a puerta vacía y después Ioritz dejó escapar un tanto que parecía claro en lo que prácticamente fue la última ocasión del choque. Al final un 0-2 y merecida victoria para el Zamora CF que fue mejor a un Villaralbo que se mostró muy inofensivo en su ataque.