Dicen que lo que no puedes ganar al menos no lo pierdas, y eso hizo ayer el Zamora C. F., agarrarse a un empate ante la Virgen del Camino (2-2), un rival en puestos de descenso que supo maniatar a los rojiblancos y que a punto estuvo de irse del Ruta de la Plata con el máximo botín. Los de Losada igualaron en el primer tiempo un tempranero tanto leonés, que se adelantó a los 27 segundos, y después salvó un punto casi en el tiempo de añadido cuando todo parecía abocado a la derrota. Más allá del resultado el equipo tiene ahora una semana por delante para corregir errores y recuperar una filosofía y estilo de juego que ayer no se vio en el estadio zamorano. Con este empate, el equipo sube un puesto en la tabla, y pasará la semana como sexto clasificado, pero lo cierto es que se amplía la distancia con el play-off hasta los once puntos por lo que la plantilla no puede permitirse muchos más tropezones, de aquí a que termine la primera vuelta, si quiere seguir conservando su reto de alcanzar una cuarta plaza que ahora mismo ocupa Unionistas, mientras que el resto de puestos de privilegio son para Astorga, Cristo Atlético y Segoviana.

La realidad es que el encuentro de ayer no pudo tener un peor inicio para el Zamora C. F. y es que a las primeras de cambio, incluso cuando no todos los aficionados habían ocupado sus asientos, Lucho protagonizó uno de goles más rápidos que se recuerdan. El visitante rubricó una gran internada por banda derecha, y se aprovechó de un error de la zaga, para encarar a Miguel, al que batió de disparo cruzado para poner un desolador 0-1. Era el segundo 27 y a los rojiblancos les tocaba remar contracorriente, pero lo cierto es que no se achicaron y Raly estuvo cerca de poner las tablas en la siguiente jugada. Los zamoranos lo intentaban una y otra vez con continuas aproximaciones con las que trataron de sacar petróleo de las lagunas de la defensa leonesa, aunque les estaba costando, e incluso el árbitro les privó de lo que pareció ser un penalti claro que pudo cambiar el rumbo del choque. Los locales siguieron empujando y controlado la contadas llegadas de los de la Virgen del Camino, pero seguían viéndose por detrás en el marcador. La tarde gris tenía su reflejo en el terreno de juego, e incluso la situación empeoró cuando Saúl se vio obligado a pedir el cambio por una lesión de rodilla. A pesar de todas las vicisitudes, los de Losada llevaban el peso del partido y al final pudieron poner el equilibrio de nuevo en el marcador, algo que se estaban mereciendo, obra de Pistu, de cabeza, a la salida de un córner.

Todo volvía a empezar en el Ruta y los rojiblancos debían hacer valer la calidad que se les presuponía, pero aunque lo intentaron, la mejor opción de adelantarse fue con un error garrafal de Kuni, que a punto estuvo de anotarse en propia puerta pero el esférico dio en el poste. La realidad era que aunque el Zamora estaba siendo superior los de la Virgen no bajaron los brazos en ningún momento y con sus armas mantenían vivo un encuentro que se iba a decidir en el segundo tiempo, y es que en la recta final del primer acto las intentonas de Sopale y Raly se quedaron en eso, en simples intentos.

La segunda parte se inició y mantuvo el mismo guion con dos equipos que protagonizaban continuos contragolpes sin que ninguno tomara la batuta. Los minutos pasaban y todo continuaba igual, con un Zamora C. F. que no era capaz de coger el mando y que a duras penas enlazaba jugadas gracias, en parte, a la presión que ejercían los rivales. Parecía que todo se iba a decantar para el que supiera aprovechar un error rival, y el primero en hacerlo fue la Virgen del Camino. De nuevo Lucho sacó el máximo rendimiento a un fallo de la defensa para poner el 1-2 con el que obligó al Zamora a dar un paso al frente. Losada completó cambios en busca del empate en un encuentro muy poco brillante pero del que era necesario sacar algo positivo, aunque las ideas ya no eran frescas y el equipo parecía, por momentos, abatido. Una muestra fue que la primera opción de gol del segundo tiempo fue un cabezazo de Revidiego en el 80, y estaba claro que hacía falta algo más. La Virgen tampoco llegaba con claridad a las inmediaciones de Miguel y centraba sus fuerzas en defensa, y en mantener el resultado, sin renunciar a alguna contra que obligaba a los zamoranos a multiplicarse. Los últimos minutos fueron de asedio hasta que Revi puso un empate que supo a gloria, de cabeza y tras un pase de Tomás. Fueron los momentos más intensos pero, ya en el añadido, los leoneses pudieron poner, por dos veces, el tercero en su casillero, aunque afortunadamente la efectividad les dio la espalda y los rojiblancos sumaron un punto que, tal y como se dio el encuentro, es más que positivo y es que fue el mal menor.