El Zamora C. F. no pudo dar la sorpresa en Salamanca en lo que al resultado se refiere (1-0), pero el equipo de Losada dio la cara y mereció más ante Unionistas, uno de los gallitos del Grupo VIII y aspirante al ascenso. La realidad es que este derbi de proximidad se resolvió por detalles. El de la falta de punch de los rojiblancos, cierto, pero también por el golpe de fortuna de los locales, capaces de desequilibrar el partido y de paso apuntarse un tanto psicológico al desnivelar la balanza cuando el encuentro se encaminaba al descanso. Su gol treinta segundos antes de cumplirse los primeros 45 minutos contrasta con el anulado al Zamora por un más que dudoso fuera de juego cuando se cumplía el minuto 94 y su rival cantaba ya la victoria.

Un solo detalle, tres puntos. En definitiva, la pelota de Woody Allen en "Match Point" que bien pudo caer de lado zamorano y que, sin embargo, se decantó de lado de Unionistas que, sin jugar ni mucho menos su mejor partido como local -más bien el peor, mérito sin duda del rival-, pudo hacerse con una victoria que le permite llegar a los 25 puntos y amenazar el liderato del Atlético Astorga, mientras que los rojiblancos se alejan a 8 puntos del play-off. La realidad es que el equipo charro, acostumbrado como está a dominar los partidos cuando juega de local, tuvo que sudar la victoria y se vio sorprendido por un Zamora C. F. que ni mucho menos se echó atrás a la espera de un golpe de suerte y plantó cara, disfrutando incluso de algo que no se había visto este año en Las Pistas: el manejo del partido con el equipo local sometido a su iniciativa. Esto sucedió desde el minuto 20 de la primera parte, y durante un cuarto de hora en los que el equipo de Miguel Losada pudo perfectamente adelantarse en el marcador gracias a dos ocasiones prácticamente consecutivas. La primera tras acción individual de Caramelo, que tras dejar sentado a Sito en banda, puso el centro en el área para que Sopale -un ex de Unionistas- enviara fuera cuando ya se cantaba el gol.

La segunda, a renglón seguido, tuvo el sello de Esteban y un disparo al que le faltó colocación.

Hasta ese instante, los de Losada no habían sido ni mucho menos peores que su rival y solo vieron peligrar su portería en una jugada a balón parado en la que Cristo disparó al larguero -y ya son cinco esta temporada en Las Pistas-.

Poco fútbol había propuesto hasta entonces el conjunto local, que sin embargo se encontró con un gol cuando menos lo merecía y en uno de los minutos denominado psicológico. Y es que corría el minuto 45 cuando una pérdida de balón del Zamora es aprovechada por Óskar Martín para lanzar el contragolpe y facilitar el remate de Álex González al fondo de las mallas. 1-0 y treinta segundos después, final de la primera parte en la que lo mejor vino por parte del Zamora C. F.

El tanto bien pudo despertar de su letargo al conjunto local que, sin embargo y lejos de recuperar el mando del partido, se mantuvo a merced de un Zamora más compacto y con las ideas mucho más claras pese a su falta de definición. De este modo, el balón continuó en poder de los visitantes ante un Unionistas completamente desconocido que vagó sobre el campo con la única misión de mantener su portería a cero.

Mientras, el equipo de Losada intentó dar un paso adelante y, sin ocasiones claras más que un disparo de Juanan que golpeó en un jugador local y a punto estuvo de sorprender a Javi Díaz, buscó la velocidad de Raly Cabral y Revi para desequilibrar y romper una defensa bien armada por parte de los locales, donde Manu Arias -un ex Zamora dentro de un partido con muchas caras conocidas- brilló a gran altura. Por parte local apenas un disparo de Albertín (minuto 63) como aportación ofensiva más destacada en la segunda parte. Pobre bagaje para un equipo que aspira a jugar al menos el playoff de ascenso y que pese a su clasificación no termina de encontrar la regularidad que demanda la competición.

Se llegó, entonces, al segundo detalle que decantó la balanza. Se superaba en cuatro minutos el tiempo reglamentario cuando, una falta lanzada por Esteban, fue cabeceada por Revi al fondo de las mallas sin que el meta local pudiera hacer nada por remediarlo. Sin embargo, y cuando todo el banquillo zamorano celebraba ya el empate, el árbitro señaló un más que dudoso fuera de juego anulando el tanto a instancias de su ayudante. Segundos después, concluía el derbi entre vecinos con victoria local, injusta por lo visto en los 94 minutos, que acerca a Unionistas a la cabeza de la tabla y deja con un sabor agridulce a un Zamora que se aleja de los puestos de privilegio pese a regresar con una buena dosis de confianza por el buen juego desplegado en Salamanca. Buen juego que la próxima jornada deberá refrendar ante otro gallito de la competición como es el Atlético Astorga, que visitará Zamora con el objetivo de mantener su liderato pero los rojiblancos necesitan volver a puntuar.