"Este barco no se deja". "Este club no se abandona". Así de contundente se mostró ayer Segismundo Ferrero, presidente del Zamora CF, ante la posibilidad de dejar su cargo al frente del club. Tanto es así que el máximo responsable rojiblanco dejó claro, horas después de una tensa y bronca asamblea, que su intención es acabar el mandato que se inició en 2013 "para lo que solo quedan ocho meses, y después se convocarán elecciones y ya se verá". No obstante, también recordó que "siempre he dicho que si hay alguien que se siente capacitado y quiere, que de un paso al frente".

Sobre las consecuencias de la cita con los socios, indicó que lo que ahora toca es buscar ingresos y es que la situación económica de la entidad es más que crítica y a día de hoy, con una deuda a 15 de septiembre de 291.000 euros (341.000, a 1 de julio) y con la campaña de socios invertida en paliar la deuda con los jugadores de la pasada plantilla, las arcas están prácticamente vacías y es necesario encontrar liquidez para poder ir haciendo frente a los pagos, tanto los que se refieren a las nóminas de jugadores y trabajadores como proveedores. "Es un momento muy delicado, muy crítico, y es cuando más unidos debemos de estar", apuntó el mandatario quien reiteró que se siente capacitado para tirar del club hacia adelante.

El primer y único objetivo es, por tanto, conseguir nuevos fondos y ahora comenzarán a hablar con las empresas para renovar los contratos publicitarios existentes y también tratarán de abrir nuevas vías. Asimismo, y como próximos ingresos se espera la subvención del Ayuntamiento de la capital que estará en unos 30.000 euros y la segunda parte del patrocinio de Caja Rural aunque la junta directiva tiene claro que "necesitamos más porque así no acabamos el año", y es que el tesorero ya apuntó en la asamblea que se necesitarían unos 120.000 euros para cuadrar el presupuesto. Lo que aún no se sabe es si los dirigentes pondrán en marcha nuevas iniciativas y es que ante los socios admitieron que las últimas que han puesto en marcha no han tenido la respuesta esperada por parte de la masa social.

La cita asamblearia reflejó además de forma clara la tensión que genera la situación del Zamora CF y es que las críticas a la gestión de la junta directiva fueron duras, sobre todo las que llegaron desde dentro cuando un miembro de la estructura de la cantera criticó de forma pública el bloqueo al que, según él, les tiene sometidos el presidente a la hora de impedirles poner en marcha proyectos o acuerdos. Ante esta clara crisis, que tuvo sus primeros vestigios con el cambio de marca deportiva para las categorías inferiores, Ferrero no quiso ayer entrar en más polémicas ni a valorar este asunto, al menos de forma abierta aunque sí se entiende que de forma interna se producirán reuniones que, a todas luces, se ven necesarias.