Zamora CF: Miguel, Adrián Pérez, Esteban Griñón, Pistu, Juan de la Nava, Barbero, Juanan, Sopale, Raly, Caramelo y Raly.

Cambios: Sopale (Viti, min. 65); Barbero (Jarabo, min. 78)

Cebrereña: Juan, Súper, Ruba, Juanma, Ángel Montoiro, Jota, Juli, Mario Hidalgo, Terleira, Piru y Víctor.

Cambios: Piru (Juan Carlos, min. 63); Juli (Quirós, min. 73); Mario Hidalgo (Mario Juez, min. 83)

Árbitro: Cueto Amigo. Amarilla para Sopale y al portero Tomás, que estaba en el banquillo, y a los visitante Juan y Juan Carlos.

Goles: 0-1 min. 75 Quirós

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de Liga en Tercera División disputado en el Ruta de la Plata ante unos 800 espectadores.

El Zamora CF ha caído derrotado esta tarde ante la Cebrereña y ve cortada así su buena racha de resultados. Un solitario gol de Quirós en el minuto 75, cuando mejor estaban los locales, dieron los tres puntos a los abulenses.

Nada más comenzar el encuentro la Cebrereña dejó claro que no había llegado al Ruta de la Plata a encerrarse y estaba dispuesto a llevar la iniciativa, siempre y cuando los locales se lo permitiesen. Así se vivieron unos primeros minutos de encuentro con dos equipos que llegaban a área contraria con relativa facilidad aunque sin peligro, más bien a modo de tanteo. Con este panorama llegó la primera jugada polémica en una entrada Adrián Pérez dentro del área por la que los rojiblancos reclamaron un penalti que el colegiado no consideró y que metió algo de intensidad a un partido que hasta entonces estaba transcurriendo sin pena ni gloria, y así continuó. Balones largos, mucha carrera pero poco control y ninguna ocasión real de mover el marcador inicial.

Con una total igualdad sobre el terreno de juego, el Zamora CF trataba de abrirse paso y Caramelo pudo romper ese equilibrio con un disparo que se fue demasiado alto, una acción que tuvo como respuesta una buena jugada de los abulenses, sin remate final, que acabó en las manos de Miguel, y un tiro de Piru, tras varios rechaces, que se fue fuera.

No estaba siendo una primera parte nada brillante y las continuas imprecisiones de unos y otros emborronaban el juego. La obligación de proponer era para un Zamora CF que parecía estar acusando en demasía el cansancio de una semana con tres partidos y es que para la Cebrereña todo lo que fuese puntuar iba a ser positivo. Hubo que esperar a la recta final del primer acto para ver algo más de espectáculo y los de Losada parecieron despertar de su letargo con un cabezazo de Revi desde el punto de penalti que se fue , desviado e instantes más tarde con un disparo de Raly Cabral que se estrelló contra el larguero. Eran los mejores momentos de los locales que encerraron a su rival en busca de una ventaja antes del descanso, mientras que los de Cebreros trataban de desatascarse y salir vivos liderados por Juli, hasta el momento el mejor de los visitantes, y con una acción de Piru que trató de sorprender a Miguel con una vaselina. A pesar de este arreón final el Zamora CF debía mejorar sus prestaciones tras el descanso y es que lo visto durante los primeros 35 minutos había sido muy pobre.

Con el mismo guion y protagonistas se reanudó el choque en una segunda mitad en la que costó entrar en calor. Un disparo lejano de Barbero, una oportunidad de Sopale, que no supo aprovechar un regalo visitante, y un disparo letal de Raly volvieron a animar la contienda superada la hora de choque a la que los locales llegaron más enteros que los de Cebreros que empezaron a mover el banquillo para recuperar frescura. Los de Losada dominaban pero seguía faltando una marcha más y el haber perdonado goles que parecían claros podía terminar pasando factura, como así ocurrió. Una arrancada de Terleira que se plantó solo ante el meta y cedió al recién salido Quirós supuso el 0-1 en la primera ocasión de la Cebrereña en el segundo acto. El Zamora CF trató de reaccionar y apuró cartuchos, pero fueron los visitantes los que pudieron sentenciar con Terleira que falló a puerta vacía tras un desajuste entre portero y defensa rojiblanca. Quedaban los últimos compases y el juego local se aceleró en busca de una pequeña recompensa que nunca llegó aunque merecieron.