La plantilla rojiblanca disfrutó ayer de una jornada, como mínimo, diferente. Los jugadores fueron al paint-ball de Toro en una mañana en la que se divirtieron en una improvisada guerra de láser y pudieron dejar a un lado, por unas horas, el trabajo habitual de entrenamientos. Ya por la tarde el equipo regresó al Ruta de la Plata donde se entrenó a las órdenes de Balta que ya está con la mirada puesta en el Becerril.