Sin ser un encuentro brillante en cuanto al fútbol ofrecido, el Zamora C. F. sí pudo reconciliarse con los penaltis y es que fue desde los once metros desde donde el equipo consiguió el gol que le dio ayer la victoria en casa del Mirandés B, un rival en descenso que apenas puso en peligro al líder aunque bien es cierto que los ayer visitantes tampoco mostraron su mordiente. Después de que los rojiblancos fallasen dos penas máximas en su último compromiso en casa frente al Bupolsa, y de la polémica sobre quién debía lanzarlos, el técnico ya avisó de que en caso de tener la oportunidad sabía quién iba a ser el encargado de tirarlo. Fue David Álvarez quien lo hizo y quien anotó para dar tres puntos muy valiosos ya que permiten mantener la ventaja de cinco puntos más golaveraje a falta de siete jornadas para que finalice la competición regular.

La tarde, no obstante, dejó como nota más negativa la lesión de Juanan que tras ser titular tuvo que pedir el cambio avanzada la segunda parte, mientras que Aarón, que entró en el terreno de juego en los últimos compases, fue expulsado por roja directa en la primera jugada en la que participó por una dura entrada a destiempo y que llevó al equipo a jugar el añadió en inferioridad. Para este encuentro Balta volvió a alinear a Rodri bajo palos, con línea defensiva en la que dio entrada a Álvaro de la Iglesia en el lateral derecho para acompañar a los centrales Edu Ruiz y Josema, con Carlos Valverde en la izquierda. En el centro del campo se situó Juanan junto a Andoni que, jugó más adelantado de lo habitual, con bandas para Manu Moreira y David Álvarez, mientras que Rubén Moreno y Nata actuaron en punta en un campo en el que nunca se sintieron del todo cómodos.

El encuentro arrancó con los dos conjuntos bien posicionados sobre el tapete verde. El Zamora intentaba hacerse con la manija del partido desde los primeros compases ante un rival que cambiaba su sistema táctico ante la visita del líder situando una línea defensiva de cuatro jugadores en lugar de los tres habituales.

Los primeros minutos fueron de dominio alterno porque ninguno de los dos equipos era capaz de hacerse con el dominio e imponer su estilo de juego. No ayudaba tampoco el césped, que dificultaba el juego elaborado que tanto practica el Zamora C. F., y el juego directo era lo más utilizado en un partido en el que el cuero parecía quemar a los jugadores. Nata, como referencia ofensiva de los de Balta, era un peligro constante ante una zaga local que sin embargo tampoco sufrió demasiado. David Álvarez buscaba la espalda a Jon por la banda y ese era el mejor argumento zamorano. También lo intentaba Eric para los rojillos y de hecho el atacante local tuvo un acercamiento peligroso pero su acción no encontró rematador aunque el peor momento del Mirandés B fue la lesión de Andrés a los 13 minutos. Transcurría el tiempo sin que ninguno de los dos equipos pudiera rematar entre los tres palos. Hubo que esperar para ver un remate entre los tres palos, cuando Nata ganó la espalda a su marcador y tras irse en velocidad no supo rematar con potencia, deteniendo Moussa. En la acción siguiente llegó la reacción local por medio de Eric, que se quedó solo ante Rodri, pero se durmió en los laureles y Andoni taponó el remate y desbarató el peligro. Poco más de sí dio el primer acto.

Con más ritmo

Tras el descanso, el Zamora le dio más ritmo al partido y buscando con más ahínco acercarse al área local. A punto estuvo Rubén Moreno de aprovechar una salida defectuosa del guardameta local, pero acabó llegando muy forzado y su remate se marchó muy desviado. Pese al brío y empuje de los de Balta, los locales no se descompusieron y también se estiraban para buscar las cosquillas a la zaga zamorana y Mikel, tras tirar una pared con Carri, dispuso de una buena oportunidad, pero el meta rojiblanco estuvo muy atento. A balón parado también lo intentaba el Zamora y en una falta más allá de la divisoria el balón llegó al segundo palo y el remate de Andoni se perdió por encima del travesaño. Diez minutos después llegaría la acción que decidía el partido. Álvarez llegó hasta la línea de fondo y Jon cometía un penalti que el colegiado acabó decretando y el propio David Álvarez se encargó de transformarlo poniendo en ventaja para el Zamora C. F. que por fin logró desatascarse.

A partir de ahí llegaron los mejores minutos de los zamoranos, que empezaron a manejar el partido a su antojo acercándose con más frecuencia al área de Moussa. Rubén Moreno pudo sentenciar con un remate en el que Dani apareció in extremis para despejar con su cuerpo un balón que tenía dirección de gol. Balta también tuvo su contratiempo en forma de lesión cuando Juanan se fue renqueante sustituido por Raúl Álvarez. El Zamora, que siguió controlando a placer el partido, empezó a sufrir cuando se jugaban los últimos minutos y Aarón Aguado veía la roja directa al entrar en el terreno de juego y cometer una dura entrada en la primera jugada en la que intervino y el colegiado no dudó en mostrarle la roja. Restaban cuatro minutos de la prolongación y el Zamora se defendía con todo para neutralizar los últimos coletazos de un Mirandés B que buscó el empate pero que no llegó a inquietar a Rodri, que fue un espectador de lujo durante casi todo el encuentro.