El Zamora CF no necesitó poner toda la carne en el asador para lograr una nueva victoria ante el Atlético Tordesillas (2-0). Dos goles de Edu Ruiz y Huertas, el primero de ellos de penalti, en los primeros 45 minutos, bastaron para sumar un triunfo que permite a los rojiblancos mantener la renta de seis puntos más golaverage respecto a la Gimnástica Segoviana, en un duelo que sin ser brillante solventaron con eficacia y sin pasar apuros, ya que los rivales apenas aparecieron en ataque y cuando lo hicieron se encontraron con una defensa que desbarató con autoridad cualquier atisbo de peligro y que volvió a dejar la portería a cero, otra de las obsesiones del técnico. El Zamora CF tenía ganas de volver a vencer ante su afición y rápido dio muestras de ello. En esta ocasión hubo que esperar más de 52 segundos, que fue lo que tardaron en marcar en Santa Marta, pero en apenas cuatro minutos los rojiblancos se pusieron por delante gracias a gol de penalti rubricado por Edu Ruiz, después de que un defensa rival cortase con la mano el rechace a un disparo de Moreira que se había estrellado previamente en el larguero.

Lo más difícil ya estaba hecho pero los de Balta querían más y Rubén Moreno tuvo dos opciones prácticamente consecutivas para sentenciar aunque no estuvo fino en sus acciones, al fallar primero un cabezazo con toda la portería para él y después al no llegar con claridad a un pase de la muerte que le puso David Álvarez. A partir de ese momento, los locales parecieron más relajados mientras que el Atlético Tordesillas trataba, con dificultad, de sumar metros en busca de una sorpresa que nunca llegó a producirse.

En una de esas puntuales llegadas reclamaron incluso la pena máxima por una mano en un centro que terminó por atrapar Miguel pero el colegiado no lo consideró, y poco después el cuerpo técnico visitante se veía obligado a hacer el primer cambio por el lesionado Nico. El tiempo pasaba y el Zamora CF había perdido el empuje de los primeros compases, algo que Balta reclamaba desde el banquillo. Balones largos, disparos poco precisos y centros a los que no llegaba rematador ponían en peligro la mínima ventaja de los zamoranos aunque lo cierto es que tras un par de envites, los vallisoletanos desaparecieron en ataque.

Los rojiblancos trataban de recuperar el control y tras un par de llegadas con peligro volvieron a tirar de galones. Una gran combinación entre David Álvarez y Moreno, con toques de calidad incluidos, terminó con un disparo raso de Huertas y el segundo gol de una tarde que ya estaba totalmente encauzada. El segundo tanto sí cayó como un jarro de agua fría entre los de Turiel y es que el Zamora CF empezaba a gustarse y tuvo el tercero con un disparo del pichichi que atrapó el meta Farolo. A ráfagas, eso es cierto, pero los rojiblancos estaban demostrando que la eficacia puntual a veces es suficiente.

A pesar del 2-0 los zamoranos salieron dispuestos a ampliar su botín pero los rivales tenían la lección mejor aprendida y se mostraban mucho más sólidos en defensa, dejando menos espacios, lo que dificultaba el juego ofensivo local. A pesar de eso, primero Moreno y luego Nata tuvieron sendas ocasiones para sentenciar mientras que Miguel solventó bien las pocas llegadas de peligro de los visitantes que apenas se acercaron. Los de Balta volvían al ataque pero faltaba, de nuevo, precisión en las acciones y es que a su monólogo ofensivo le faltaba además de frescura y garra, recompensa. Adelantando líneas los locales, los vallisoletanos no habían vuelto a pasar de los tres cuartos de campo y su única baza podía llegar a balón parado, mientras que los zamoranos trataban de matar definitivamente un duelo que había caído irremediablemente en el tedio y la desesperación y es que parecía increíble que no entrase ninguna de las opciones que protagonizaron, algunas de las cuales parecieron claras.

Una y otra vez el Zamora CF lo intentaba y una y otra vez la defensa o la falta de definición evitaban ese tercer gol que ya se había convertido en una obsesión. Era la recta final y Balta volvió a mover el banquillo para dar minutos a Peli y a Álvaro de la Iglesia, aunque solo dio tiempo a una buena falta que botó Edu Ruiz y que atrapó el portero. Concluyó así un nuevo duelo en el que el equipo se reencontró con el triunfo en casa y en el que, sin necesidad de estar al cien por cien, dieron un paso más hacia el título de campeones, que es el primero de los objetivos marcados.