Hay partidos que se deciden en simples detalles, en momentos de fortuna, y ayer eso es lo que sucedió en un derbi provincial disputado en el Ruta de la Plata del que el GCE Villaralbo salió vencedor. La intensa lluvia convirtió el terreno de juego en un gran charco, por zonas impracticable, del que iba a salir ganador el equipo que menos fallase, o que mejor aprovechase los errores ajenos, y al final fueron los azulones, por mediación de Garban, quienes sacaron el mayor fruto de un desafortunado despeje de la defensa del Zamora. 0-1 y tres puntos que suben al casillero del GCE para mantenerse en la lucha por la cuarta plaza, mientras que los rojiblancos mantienen el liderato pero su renta se ve reducida a siete puntos, a falta de que hoy juegue la Segoviana.

El encuentro tuvo momentos para ambos planteles, aunque sí es cierto que las mayores ocasiones fueron en la segunda mitad y a favor del Zamora CF que pagó cara la falta de efectividad en un encuentro de mucha lucha y desgaste físico en el que el espectador no pudo disfrutar del mejor fútbol zamorano.

Más allá del marcador, el de ayer era un partido muy especial y es que fue la primera vez que el GCE Villaralbo visitaba el estadio rojiblanco y el resultado para los azulones no pudo ser mejor. Los dos equipos de la provincia de Tercera División se veían las caras con tres importantes puntos en juego, y los eléctricos dejaron claro desde el principio que no estaban dispuestos a esconderse pero pasaban los minutos y no había un claro dominador.

Aunque la teoría invitaba a pensar que tenía que ser el plantel local el que llevara el peso, la mejor ocasión que se vio en los primeros 35 minutos fue un remate del exrojiblanco Manu Arias, en el minuto 5, a la salida de un córner que Miguel despejó de puños. A partir de entonces el derbi se convirtió en un corre calles sin que ninguno de los dos equipos llegase con claridad a área contraria, y la peor noticia llegaba en el cuadro visitante cuando Vilarchao tuvo que solicitar el cambio.

El reloj avanzaba y las expectativas creadas sobre este derbi seguían sin plasmarse en el terreno de juego, y tan solo se vieron dos disparos lejanos y altos de Dieguito que no inquietaron a Miguel que, al igual que Juanjo, estaba pasando una tarde plácida bajo los palos. Pasada la media hora el encuentro pareció animarse con una buena internada de Coque y disparo muy escorado del salmantino, que tuvo su respuesta con una magnífica llegada de Conde, aunque el derbi, en líneas generales, estaba resultando insulso y pasado por agua. El Zamora CF no estaba mostrando su potencial ofensivo ante un rival que no se amilanaba en casa del líder donde llovía cada vez con más fuerza, empeorando por momentos el estado del césped. Lo que sí fue una realidad es que los locales salieron más intensos en la reanudación y subían con más rapidez por las bandas aunque la definición volvía a darles la espalda. Los de Balta estaban encerrando por momentos al GCE pero ni por esas conseguían batir a Juanjo que tuvo una gran actuación ante David Álvarez que fue, precisamente, el primer cambio en el cuadro capitalino, sustituido por Nata, mientras que Tordadijo también movía su banquillo para tratar de recuperar un control que, aunque infructuoso, era del Zamora. El agua estaba influyendo en el fútbol que ofrecían, y además provocaba fallos de unos y otros hasta que Garban aprovechó uno local al no despejar con contundencia un balón para embestir a Miguel y adelantar a los suyos en lo que fue la primera llegada con peligro del Villaralbo en la segunda mitad. Viéndose por detrás el Zamora CF se fue arriba en busca del empate que tuvo Rubén Moreno con un disparo que se fue desviado, pero al final el ansiado empate fue imposible para los locales y los tres puntos en juego se fueron a Villaralbo que devolvió al Zamora el partido de la primera vuelta (1-2) y mantiene su lucha por acabar la temporada regular en zona de play-off. Mientras, el Zamora CF tratará la próxima semana de recuperar sensaciones ya que ayer se rompió una gran racha de resultados, puesto que el equipo no perdía desde la cuarta jornada, también en casa, ante el Almazán.