Ningún equipo es imbatible y ayer quedó demostrado. El Zamora C. F. vio cortada la racha de diez victorias consecutivas en un mal encuentro en La Nueva Balastera donde se topó con un Cristo Atlético que desde que cambió de técnico ha experimentado una mejora notable, a pesar de que sigue en puestos de descenso. El líder demostró sus debilidades en un partido en el que nunca se sintió cómodo frente a unos palentinos que presentaron batalla e incluso se pudieron llevar el encuentro en su fase final con una ocasión muy clara de Camilo que se escapó por muy poco. A los rojiblancos, sin embargo, les costó mucho más generar fútbol que días atrás y salvo una ocasión muy clara de Nata en la primera parte, que se perdió en el limbo, el plantel de Balta estuvo mucho más espeso a la hora de generar situaciones de peligro. De esta manera el equipo llega a las vacaciones de Navidad con una ventaja de siete puntos con el Palencia, que ocupa la segunda plaza; de ocho puntos con el tercero que es la Segoviana y con once de ventaja sobre el GCE Villaralbo que pasará la Navidad cuarto clasificado gracias al golaverage.

Lejos de salir a defenderse y acumular hombres atrás el Cristo Atlético salió a tutear a un líder que no encontró su mejor día en cuanto a juego y que presentaba un once muy sorprendente y es que Balta apostó por Miguel, Álvaro, Edu Ruiz, Josema, Coque, Valverde, Moreira, Aarón Aguado, David Álvarez, Nata y Rubén Moreno, aunque en el descanso recompuso con la entrada de Vílchez para tratar de generar algo de juego, aunque ayer nada pareció funcionar.

La escuadra palentina saltó al campo en disposición de hacerse dueño de la posesión y el control y descolocó a un Zamora que apenas dispuso de ocasiones de peligro a lo largo de todo el primer acto, aunque sí es cierto que la única y la más clara de toda la primera mitad fue para el conjunto zamorano. Nata dispuso en sus botas de una ocasión pintiparada para adelantar a los suyos con un remate desde área pequeña y libre de marca. El disparo salió por encima del arco del reciente fichaje de los palentinos: el portero Julio. La primera parte no dio mucho más de sí. Los locales eran incapaces de poner en jaque la portería de un Miguel que prácticamente fue un espectador de lujo mientras que al Zamora le costaba mucho generar peligro. La circulación de balón fue más espesa que otros días y los palentinos se adelantaban muy cómodos a las líneas de pase para evitar acercamientos a su propia área. Así se llegó al final de una primera parte intensa en cuanto a juego pero con oportunidades a cuentagotas.

Tras la reanudación los palentinos no perdieron la compostura y lejos de dar un pasito atrás en pos de salvar un buen punto, habida cuenta de la entidad del rival que tenía, se fueron poco a poco envalentonando hasta el punto de gozar de las oportunidades más claras del partido, mientras que en el Zamora C. F. movían el banquillo para tratar de espolear y mejorar el centro del campo.

Sin embargo, los locales llevaron las ocasiones y la primera fue un remate muy peligroso de Camilo desde media distancia que salió lamiendo el palo. Y la segunda en el tramo final. El propio Camilo remató libre de marca un testarazo cruzado que se escapó fuera por muy poco. Los palentinos se creyeron que podían pegar la campanada con el transcurso de los minutos y generaron peligro hasta el punto de haber estado en disposición de haberse llevado la victoria. Salvo algún que otro disparo lejano por parte de ambas escuadras pocas ocasiones más en un partido igualado en el que el resultado no fue malo a tenor de lo que pudo pasar si el delantero del Cristo hubiese afinado la puntería con esa ocasión a cinco minutos del pitido final. El Zamora no pudo ofrecer su mejor versión pero el partido de ayer le sirvió para acumular con este empate catorce jornadas consecutivas sin conocer la derrota desde que lo hiciese el pasado 7 de octubre en el derbi provincia con el Villaralbo. Lo peor la falta de mordiente en el ataque de un equipo que en todo lo que va de competición está generando muchas ocasiones de gol y ayer solo pudo hacer una clara en 90 minutos.

Así, el equipo se va de vacaciones con el objetivo de recargar pilas y empezar el año con buen pie y es que su próximo reto será en el Ruta de la Plata, ante La Bañeza, el primer fin de semana de año. La plantilla volverá al trabajo el 28 de diciembre, justo dentro de una semana.