La directiva del Zamora CF que preside Segismundo Ferrero sacó adelante la moción de censura que había incluido en el orden del día de la asamblea general celebrada este martes aunque con una alta abstención y ningún voto en contra. La junta rojiblanca perdió sin embargo la votación para realizar una auditoría de los últimos diez años prácticamente por unanimidad ante el importante gasto que supondría para las arcas del club y la falta de justificación de este medida que Ferrero achacó a la solicitud "de unos socios".

El presidente rojiblanco presentó un paquete de medidas escasamente descritas para intentar mejorar la situación económica del club, de entre las que destaca la intención de firmar un convenio por el que sea el Ayuntamiento el que asuma el mantenimiento del Estadio Ruta de la Plata. En este sentido se valoró especialmente el apoyo recibido por la Diputación Provincial, mientras los directivos mostraron su preocupación por la posibilidad de que el Ayuntamiento reduzca sus ayudas al club en temporadas venideras.

La directiva presentó un balance de cuentas a fecha actual similar a la que se aprobó en la asamblea general del pasado mes de julio, es decir, en torno a los 300.000 euros de déficit, después de contabilizar la campaña de socios y la subvención del Ayuntamiento. Según los directivos, en los dos años y medio de gestión al frente del club, se han generado 1.500.000 euros con un salto positivo de 111.272.

Segismundo Ferrero dio explicaciones por fin de varios temas controvertidos como el contrato para la "tienda on line" con la marca Puma y reconoció también el fracaso de la campaña de socios "2x1" la que se acogieron un total de 787 aficionados de los 1.039 socios actuales, aunque descargó gran parte de los errores que pudo haber cometido en su gestión tanto económica como deportiva, a las críticas recibidas y a la desafección empresarial y comercial, como principales razones.

También aseguró Segismundo Ferrero que los directivos avalarán el déficit que se pueda producir "para llegar al fin de la temporada" si no fructifican las iniciativas previstas.

El presidente puso su cargo a disposición de los socios y llegó a pedir a la asamblea que si alguno de los presentes quisiera tomar las riendas del club, diera un paso al frente. La moción de confianza se saldó finalmente con 100 votos a favor, 46 abstenciones y ningún voto en contra.

Finalizó el acto con una intensa polémica sobre la contabilidad del club en las últimas temporadas y la disparidad de criterios contables entre los actuales dirigentes y algunos de los anteriores.