Tras 16 años en la categoría de bronce del fútbol español, el Zamora CF consumó ayer su descenso a Tercera División. Se cumplió así el peor de los pronósticos cuando pocos minutos antes de las siete de la tarde se certificaba el descenso. Hacían falta varios resultados para que el equipo siguiera vivo pero ni siquiera se cumplió el primero de ellos, la victoria propia, y la plantilla caía derrotada ante la Cultural y enfilaba sin remedio el descenso. Bien es cierto que dados los resultados de terceros de nada hubiesen valido los tres puntos, aunque la afición podría haber abandonado el estadio viendo la última victoria de su equipo en esta etapa en Segunda B, pero no pudo ser. La falta de gol que lleva siendo un problema desde que comenzó la pretemporada volvió a pesar como una losa sobre un plantel que tuvo ocasiones pero no fue capaz de batir la portería rival.

Se acaba así una etapa dorada del club rojiblanco que lleva tiempo coqueteando con esta posibilidad y es que en los cuatros últimos años (salvo la pasada temporada cuando el Zamora CF acabó séptimo) se ha jugado demasiado con el descenso y al final el cántaro se rompió. Se dice así adiós a cinco fases de ascenso a Segunda División A, y se inicia una nueva travesía para tratar de regresar lo antes posible al lugar de donde el equipo nunca debió marcharse.

Para este último partido de Liga no hubo improvisaciones ni cambios. Balta apostó por el mismo once; el mismo que quince días antes había goleado al Real Avilés y el mismo que hace ocho había perdido ante el Burgos. Las necesidades eran máximas y si se caía debía hacerse con las botas puestas, aunque en la mente de todos solo estaba la victoria y que después se produjese una concatenación de buenos resultados que permitiese, al menos, jugar la promoción, aunque nada de eso sucedió.

La mirada estaba puesta en el Ruta pero también en Langreo, Villaviciosa y Astorga, cuyos resultados también eran vitales y marcarían el destino rojiblanco, y lo cierto es que todos ellos ganaron en sus compromisos. A las cinco en punto el balón comenzó a rodar en todos los estadios con algo en juego. Bajo el grito de ¡Zamora, Zamora! los rojiblancos comenzaron el encuentro tratando de controlar la presión ante una leonesa que se jugaba un puesto en la Copa del Rey. De hecho fueron los visitantes los primeros en apuntar con un disparo de Aketxe que se fue algo desviado. El Zamora CF trataba de controlar el encuentro pero le costaba avanzar metros hasta que por fin Sergi Mut tuvo el gol, a pase de Coque, aunque su intento se encontró con la pierna del portero. Al menos en ocasiones se estaba igualado pero la victoria zamorana era irrenunciable como primer paso para evitar el descenso. Hizo falta un cuarto de hora pero el Zamora CF por fin cogió la batuta del encuentro y sumaba metros en busca del primer gol de la tarde. Gavilán trataba de desmarcarse de una pareja de centrales que le seguía el paso, aunque el andaluz tuvo el gol; primero tras un córner que tocó primero Kurbus y el delantero falló en su remate, y después con un balón que le colocó Arkaitz. Parecía que la diana zamorana rondaba ante una Cultural que no apretaba como en el inicio. Las noticias que llegaban desde otros campos no eran buenas pero lo peor es que el Zamora CF tampoco estaba cumpliendo con su cometido y las tablas se mantenían cuando se cumplía la media hora de juego. Pasaba el tiempo y la frescura se iba apagando. El calor estaba pasando factura en el juego y al final, en lo que fue la segunda llegada de la Leonesa al área Gonzalo ganó la espalda a los defensas y remató, pillando a Garabato a contra pie para poner a los suyos por delante. El gol cayó como un jarro de agua fría y la Cultural aún pudo hacer el segundo pero el palo evitó el tanto de Víctor, mientras que Carrillo apenas pudo llegar al descanso lesionado, de nuevo, en su hombro.

Con la llegada al descanso, el Zamora CF estaba en Tercera tanto por no cumplir con su cometido como por otros resultados que también eran negativos para sus intereses. Todo parecía acabado pero quedaban 45 minutos por delante para intentar el milagro. Al igual que en el primer acto el Zamora trataba de mandar sobre el césped pero todo costaba un mundo, incluso sumar metros y cuando se conseguía volvía a faltar la efectividad que tanto se ha echado en falta esta temporada. Con Cristian haciendo las veces de central tras entrar por Carrillo, los rojiblancos buscaban el hueco pero cuando llegaban faltaba garra, faltaba alma. Con el paso de los minutos el descenso estaba un poco más cerca y eso a pesar de que el Zamora no estaba mereciendo la derrota ante la Cultural, ni siquiera el empate que tuvieron Prada, cuyo disparo se estrelló en la cruceta, y después Arkaitz con una opción que hubiese servido para maquillar el desastre. Los jugadores estaban perdiendo la paciencia en su juego y eso se veía en disparos poco precisos y decisiones precipitadas. El silencio que se vivía en las gradas era demoledor que solo se rompía cuando llegaban las ocasiones, como la que tuvo Gavilán que sacó Santi Santos bajo palos ante el estupor de todos, y segundos después un tiro de Aarón desde el punto de penalti que se fue fuera. Lo cierto es que el Zamora estaba mereciendo más al menos en su resultado pero el destino parecía escrito y así se alcanzó la recta final con la falta de gol que ha acompañado toda la Liga, desde pretemporada. Los minutos volaron hasta que el pitido del árbitro certificó el descenso. Pitada al palco y lágrimas en el terreno de juego que pusieron el broche final a una temporada que nadie hubiese querido contar.