El Zamora CF ya ha digerido y celebrado la victoria ante el Real Avilés (4-1) que les permite seguir vivos en la lucha por la salvación pero en la plantilla son conscientes de que todavía queda mucho por delante y así lo transmitieron también el entrenador y la directiva, puesto que continúan en descenso directo, a dos puntos de la salvación y a uno de la promoción. El Burgos, rival que les espera el domingo a las 18.00 horas en El Plantío, viene de empatar ante el Atlético Astorga y con 43 puntos todavía no tiene asegurada la permanencia, por lo que se augura un nuevo encuentro intenso ante un plantel que se juega mucho, y eso en el club zamorano lo saben.

Con este panorama, y con las mieles del triunfo todavía presentes, el equipo regresó ayer al Ruta de la Plata con el fin de preparar un choque en el que deberán volver a mostrar su mejor versión aunque están convencidos de que si "jugamos así, al mismo nivel que contra el Avilés, podremos ganar a cualquiera". Así lo aseguró Arkaitz Ruiz que el domingo, aunque fuese de penalti, se reencontró por dos veces con el gol y no ocultaba que ese hecho le ha permitido recuperar confianza en sí mismo y es que ya suma once goles en su casillero, después de llevar meses estancado en las nueve dianas (la última ante el Logroñés). Para Arkaitz el encuentro del domingo será especial puesto que regresa a la que fue su casa, pero el delantero dejó claro que lo único que tiene en mente es "que el domingo hay otra final porque todavía no hemos hecho nada", un pensamiento que comparten sus compañeros de vestuario. "Nosotros tenemos que salir igual pero tenemos que saber que ellos también van a tener sus opciones y hay que hacerles frente", añadió el jugador. Este pasado fin de semana los rojiblancos supieron jugar con la presión que suponía conocer de antemano las victorias de dos de sus rivales directos, Lealtad y Langreo, pero Arkaitz indicó que supieron manejar la situación. "Sabíamos que no quedaba otra y todo salió bien. Es cierto que tuvimos esa suerte que nos había faltado en otras ocasiones pero el equipo estaba muy motivado y consciente de que si no ganábamos nos íbamos a Tercera". Ahora, los jugadores disfrutarán de una jornada de descanso, pero el miércoles volverán a conjurarse sabiendo que tienen que dar un paso más en esta guerra en la que deberán librar dos nuevas batallas.