Hay formas y formas de perder, y puede que no haya ninguna buena pero desde luego que la que tuvo ayer el Zamora CF ante el Real Oviedo fue una de las peores que se podía elegir. Estaba claro que no iba a ser fácil, que iba a ser casi imposible repetir la gesta de la victoria que se logró en el Carlos Tartiere pero es que ayer no se tuvo la más mínima oportunidad de sumar, ni siquiera un punto. A lo largo de los noventa minutos hubo un claro dominador, el equipo carbayón que jugó a su antojo con unos rojiblancos que en los primeros 45 minutos no hicieron ni cosquillas, salvo por dos intentonas de Manu Gavilán que, a la postre, sería el encargado de poner el gol del honor. En la segunda mitad, ya con 0-2 en el marcador, se vio más de lo mismo: otras dos dianas de los líderes del grupo y un Zamora CF que no hizo frente a un rival que es mucho mejor pero que, desde luego, no es inmortal. Al final, cuando los gritos de la afición se oían con más fuerza y cuando algunos seguidores abandonaban el estadio, Gavilán superó a Esteban y puso el 1-4 de un partido para olvidar.

Desde que el balón comenzó a rodar se demostró que el Real Oviedo no estaba dispuesto a especular. Los asturianos pusieron en marcha un juego vertical en busca de la portería de Miguel, que ya en los primeros compases tuvo dos intervenciones, aunque, eso sí, sin demasiada dificultad. Los minutos pasaban y el meta rival seguía siendo un convidado de piedra y es que los rojiblancos se afanaban en defender y esperaban su oportunidad que podía llegar a la contra o a balón parado, como la que tuvo Gavilán tras un saque de esquina. El partido cumplía el guion previsto con un equipo azul absolutamente dominador y que metía miedo una y otra vez, aunque la primera ocasión real llegó superados los veinte minutos cuando Dioni encaró a Miguel pero su disparo se fue fuera.

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Acto seguido, el Oviedo, y más concretamente el zamorano Sergio García, no perdonó al aprovechar de forma magistral un balón que le puso Erice, para tirar de velocidad y superar con un disparo perfecto a Miguel. El Zamora CF, por detrás en el marcador desde el minuto 25, intentaba recomponerse aunque teniendo enfrente a uno de los mejores equipos de la categoría, todo se hacía un mundo. No obstante, Gavilán pudo sorprender tras una buena falta a favor que botó Rodri pero el balón del sevillano se fue al exterior de la red. Enfrente los ovetenses querían hacer los deberes cuanto antes y desplegar su nivel ante los miles seguidores que les acompañaban. Así decidieron tirar de calidad y una jugada magistral entre Susaeta y Borja Valle terminó con el segundo tanto después de que el delantero encontrara el hueco perfecto, pero también tuvo bastante culpa la inmovilidad en la defensa rojiblanca que pudo hacer algo más y la pérdida de balón previa. Con 0-2 cualquier sorpresa estaba prácticamente descartada pero ahora lo importante era caer dignamente y si se perdía, que fuera con la cabeza alta y es que en los primeros 45 minutos en ataque tan solo se vio ocasión y media de Gavilán, y ninguna entre los tres palos.

Era necesario un cambio de actitud para demostrar que lo que había en juego era más que tres puntos y es que realmente lo que está en el aire es la permanencia puesto que el equipo ha vuelto a caer a descenso. Con la segunda mitad iniciada Aguirre comenzó con los cambios y el sacrificado fue Aarón Aguado para dar entrada a Carlos de la Nava. Sin embargo, ningún cambio iba a evitar la tragedia que se estaba viviendo en el Ruta y un nuevo fallo defensivo o falta de entendimiento entre Miguel y Carrillo fue bien aprovechado, de nuevo por Borja Valle, que con la puntera anotó el tercero y mató el partido. En el cuadro local se estaba viendo muy poco y el primer disparo entre los tres palos llegó con un cabezazo de Arkaitz fácil, muy fácil para Esteban que apenas se inmutó, mientras que los astures pudieron hacer el cuarto con una gran ocasión de Eneko que avanzó absolutamente solo aunque Miguel desbarató la ocasión. Se llegaba al ecuador de la segunda mitad y Aguirre quemó las naves dando entrada al único delantero que quedaba en el banquillo, Sergi Mut, además de Salva Rivas, que también tuvo minutos ante su exequipo. Con la reestructuración nada varió y aunque sí es cierto que los visitantes levantaron el pie del acelerador, fueron los del Oviedo los que tuvieron la oportunidad de ampliar el marcador cuando Sergio García probó suerte con un disparo que Miguel envió a córner.

Era la recta final y aficionados zamoranos empezaron a abandonar el Ruta, mientras que sobre el césped el Zamora CF intentaba crear alguna ocasión para maquillar el resultado pero no iban a ser los locales sino el visitante Dioni quien encontrara el camino del cuarto, y eso que Miguel ya había desbaratado previamente un par de llegadas azulonas. Al final, entre el abatimiento y la desesperación, Gavilán logró, a pase de Sergi Mut, el gol del honor con el que se llegó al definitivo y desolador 1-4.