Nuevo partido en el que el Zamora CF acaba de vacío y ya son muchos, demasiados. El equipo rojiblanco no pudo superar a un Somozas que ayer lograba virtualmente la permanencia al alcanzar los 45 puntos mientras que los zamoranos pasarán una nueva semana en el puesto de promoción y empatados a 36 puntos con el descenso directo, a falta de tan solo cinco jornadas para que concluya la Liga regular. El de ayer volvió a ser un partido poco brillante de los de Aguirre ante un rival que no tuvo que hacer demasiado para quedarse con el triunfo y es que simplemente estuvo más acertado para ver portería, mientras que los ayer visitantes tuvieron dos ocasiones reales para hacer gol, pero ninguna de las dos fructificaron.

La mejor oportunidad de ver portería llegó con un cabezazo de Coque, a pase de Arkaitz, cuando se cumplía el minuto 26, y la segunda un gran disparo de Prada, cuando ya se iba por detrás en el marcador. Enfrente, los gallegos acertaron de la mano de Canario, que aprovechó un buen pase de Jordi Martí y que fue suficiente para hacerse con todo el botín, quizá excesivo para lo que se vio en el terreno de juego, pero real al fin y al cabo y eso, a día de hoy es lo que cuenta. Al final, el Zamora CF sí acabó volcado sobre el área rival y los gallegos encerrados atrás, pero ese empuje de los últimos compases no fue suficiente a pesar de que Arkaitz tuvo dos disparos que, lamentablemente, tampoco encontraron el objetivo buscado.

Para este encuentro en tierras gallegas volvieron a verse cambios en el once inicial del Zamora CF con el obligado de Álvaro de la Iglesia para sustituir al lesionado Dani Mateos, la vuelta de Arkaitz a banda derecha y con Rodri de enganche entre los centrocampistas y Gavilán que esta vez no tuvo la fortuna de tardes anteriores.

El partido comenzó con un Somozas que salió dispuesto a no entregar nada gratuitamente. Pablo Antas probó rápido a Miguel que salvó la ocasión al enviar a córner el esférico. Mientras, los de Aguirre buscaron los espacios y pronto pusieron la línea de presión a su rival muy arriba, casi asfixiante. En un córner avisaron y el portero Marc sacó con apuros el lanzamiento cerrado de los rojiblancos. El choque no bajó la intensidad, ni la presión pero sí es cierto que la precisión fue escasa. El que más progresaba era el Somozas. Fundamentalmente en balones a la izquierda donde Héber sacó su "guante" en un par de ocasiones para asistir a Martí. El delantero catalán incurrió en fuera de juego en una de ellas y en otra el portero evitó cualquier tentativa de centro. El Zamora estaba incómodo hasta que apareció en el minuto 26. Fue con un centro de Arkaitz y posterior remate de Coque que sacó de puños el portero gallego, aunque la respuesta gallega no se hizo esperar y fueron dos disparos: uno del capitán Edy, raso a la izquierda de Miguel, y otro de Pablo Antas que salió por encima del travesaño. Hasta el descanso, solo Edy pudo desequilibrar la contienda en un cabezazo en el que la pelota le vino mordida.

En la segunda parte, el Somozas se enchufó al choque con una presión alta y robo fácil. De hecho, el peligro llegó por medio de Pablo Antas en un remate que sacó un defensa tras una buena jugada colectiva.

El Zamora, que pareció haber empezado con algo más de intensidad, estaba más incómodo porque apenas se movía por delante del balón cuando disponía de posesión y el Somozas dominaba cómodamente territorialmente. Liderado por el toque de Joseba Beitia y Pablo Antas, el cuadro verdiblanco pasó a sentirse a gusto y se le puso el partido a tiro. El técnico local sacó a Canario que en mediocampo que recibió su primer balón y abrió a Jordi Martí, que esperó la incorporación desde la derecha para terminar con un centro al área donde el recién incorporado remató con rabia al fondo de las mallas. Con el marcador a favor, el Somozas jugó menos cómodo.

El Zamora pasó a apretar y dejó espacios para llegar a la gran oportunidad que tuvo Prada de lograr el empate con un gran disparo tras un rechace en uno de los múltiples saques de esquina de los que gozó el Zamora. Los de Roberto Aguirre arriesgaron defendiendo más arriba y dejaron metros por detrás de sus espaldas. Su fe y los errores verdiblancos, no su fútbol, provocaron dudas y un mayor repliegue en el juego. Al final, los zamoranos acabaron volcados pero ese arreón final no fue suficiente y los dos disparos de Arkaitz no impidieron que el Zamora CF regresase de vacío.