El ciclista francés Clément Champoussin (AG2R Citroën) se ha adjudicado este sábado la vigésima y penúltima etapa de La Vuelta a España, de 202,2 kilómetros entre Sanxenxo y Mos-Castro de Herville y en la que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) ha conseguido retener un maillot rojo que defenderá el domingo en la contrarreloj final.

En una etapa con arranque llano y alma de 'clásica', diseñada por el campeón de Tour Óscar Pereiro y con hasta cinco puertos explosivos, Champoussin esperó a apenas un kilómetro para el final, poco después de neutralizar con el grupo de Roglic al fugado del día, el sudafricano Ryan Gibbons (UAE Team Emirates), para soltar su ataque y llevarse el triunfo.

El esloveno, por su parte, administró su ventaja y no falló, entrando a seis segundos del ganador. Sí lo hizo el colombiano Miguel Ángel 'Superman' López (Movistar), que echó el pie a tierra y abandonó la ronda gala tras descolgarse del grupo de favoritos, una decisión que le impedirá subirse al podio este domingo en la capital compostelana.

En su lugar podría figurar, si consigue defender la tercera posición a la que ha ascendido este sábado, el australiano Jack Haig (Bahrain Victorious). El español Enric Mas (Movistar), que también pugnó por la victoria de etapa y que entró cuarto en meta a ocho segundos de Champoussin -con el mismo tiempo que el británico Adam Yates (INEOS Grenadiers)-, se mantiene segundo de la general a 2:38 de Roglic.

El francés Romain Bardet (Team DSM) fue el primero en tratar de escaparse tras darse la salida en Sanxenxo, tras la que sucedieron los intentos de fuga. No fue hasta el kilómetro 30 cuando fructificó una de ellas, formada por una decena de corredores a los que se unieron otros seis con el paso de los kilómetros.

La escapada se fue consolidando y llegó a atesorar hasta 11 minutos de ventaja que solo se empezaron a reducir con la llegada de las primeras cotas. El Alto de Vilarchán (3ª) y el Alto de Mabia (2ª) pesaron en las piernas de los fugados, que vieron como la renta caía hasta los cinco minutos.

En el Alto de Mougás (1ª), de entre ellos saltaron cinco ciclistas, Padun, Trentin, Bardet, Calmejane y Gibbons, y coronado el puerto fue el sudafricano el que consiguió marcharse en solitario; por detrás, nueve corredores saltaron a la persecución.

La aventura de Gibbons se acabó a falta de tres kilómetros para meta, cuando fue atrapado por el grupo de Roglic, y, contra todo pronóstico, Champoussin atacó con solo 1,5 kilómetros por delante para sorprender a todos y llevarse el triunfo.

La ronda española se despedirá este domingo con la última etapa, una contrarreloj individual de 33,8 kilómetros entre Padrón y Santiago de Compostela, similar a la que cerró la edición de 1993. La primera mitad del recorrido será de subida constante, mientras que la segunda ofrecerá un alivio a los corredores con más bajadas.