Mikel Landa (Bahrein Victorious), aseguró que su preparación para la Vuelta se ha visto afectada por las molestias que aún siente derivadas de su caída en el Giro de Italia, por lo que ya no se ve con opciones de luchar por la general, donde se encuentra a 5.47 del líder, el esloveno Primoz Roglic.

"Hace un mes o dos pensé que sería difícil competir por la general de la Vuelta. Luego comencé a sentirme mejor, e incluso gané la Vuelta a Burgos, pero la preparación no era óptima para esta Vuelta. Hay muchas cosas que me hicieron perder tiempo. Todavía siento ciertas molestias en la espalda, en el cuello y en la zona de la clavícula", dijo el ciclista alavés a TVE.

Sin opciones en la general, los objetivos de Landa han variado y ya plantea la lucha por un triunfo de etapa.

"Creo que ahora es imposible disputar la general. No creo que me vayan a dejar escapar tan fácilmente, siempre me van a tener en cuenta. Si las sensaciones van a ser como las del última día será difícil avanzar", explicó.

Landa admite que llegó a la salida de Burgos con confianza, pero la realidad le ha apartado del objetivo de alcanzar al menos un puesto en el podio.

"Si hubiera hecho todo a la perfección antes de esta Vuelta, me hubiera decepcionado, pero teniendo en cuenta cómo llegué aquí es normal", afirmó.

El rol de Landa en el equipo será ayudar a sus compañeros de la general, como el australiano Jack Haig, cuarto clasificado.

"Tenemos a Jack Haig, queremos que termine lo más alto posible. También tenemos a Gino Mäder, que es muy bueno. Tenemos un bloque fuerte y lucharemos por una buena clasificación con ambos, mientras que los demás intentarán ganar una etapa".