La de mañana, la decimotercera etapa de la Vuelta a España 2018, será la primera de las tres jornadas concatenadas en el tríptico astur-leonés que contiene buena parte de la dureza de la carrera.

Serán tres etapas de las que ya la primera, con llegada en el Alto de la Camperona, tiene ya su dureza. Sobre todo los verticales tres últimos kms. de la subida final, en la que se alcanzan rampas de hasta un 19,5 por ciento de desnivel en una de las etapas más complicadas de esta edición de la Vuelta a España. [Sigue la etapa de la Vuelta a España en directo].

Perfil de la etapa de hoy entre Candás y La Camperona

Tras superar esas empinadas cuestas, Nairo Quintana, gran favorito este año, se puso líder en 2016 en una etapa que ganó el ruso Serguéi Lagutin.

Y dos años antes, en 2014, en la primera vez que la Vuelta acababa en este alto situado en el leonés Valle del Sabero, el canadiense Ryder Hesjedal ganó en un día en el que Alberto Contador continuó de rojo.

Mañana, antes de la ascensión final, que podría dar un vuelco a la clasificación general, el pelotón deberá superar primero un alto de Tercera sin mayores dificultades nada más arrancar de la localidad de Candás, en el concejo asturiano de Carreño, el Alto de la Madera.

Y, superada la mitad de los 174,8 kms. de recorrido, otra subida de entidad, el Puerto de Tarna, de Primera. Un ascenso de 13 kms. al 5,8 por ciento de desnivel.

Dos de los principales candidatos para el triunfo final en la Vuelta 2018, el colombiano Nairo Quintana (Movistar), cuarto en la general, y el británico Simon Yates (Mitchelton-Scott), segundo y líder hasta la etapa de este jueves, coinciden en destacar la dureza de La Camperona.

"La Camperona es una subida exageradamente dura. Lo más importante es encontrar buenas piernas y, si las hay, intentar aprovecharlas a nuestro favor", dijo Quintana.

"La Camperona es muy difícil, con cuestas mucho más pronunciadas de lo que dice el libro de ruta. Veremos cómo va. Tal vez pierda algo más de tiempo mañana", señaló, por su parte, Yates.