“La vuelta al cole” costará a cada familia de Castilla y León entre 200 y 500 euros por hijo, un coste que no escapa a la inflación, que en el mes de julio era de un 10,8% respecto al mismo mes del año anterior.

Por eso, ahora más que nunca conviene estudiar bien dónde se hacen estas inversiones, para que se traduzcan en una mejora de la educación de los niños.

Solo en libros, el coste de la vuelta al cole puede oscilar entre doscientos y trescientos por cada niño de primaria y duplicar el gasto con los alumnos de cursos escolares pertenecientes al instituto. Estas cifras se parecen en gran medida a las de la media de España, que indican que el veinte por ciento de las familias calcula gastar entre trescientos y quinientos euros, mientras que un veinte por ciento afirma que destinará más de quinientos. Este presupuesto supone entre un veinte y un treinta por ciento del sueldo del cuarenta y tres por ciento de los hogares.

Comprar con tiempo o a última hora

A la hora de realizar el desembolso, algunos padres optan por encargar los libros en junio, cuando termina el curso escolar y reciben el listado necesario, mientras que otros progenitores se decantan por esperar a agosto, unos por aprovechar las rebajas y otros por pasar de forma algo más holgada las vacaciones. En el país el veintiséis por ciento tiende a esperar al mes de septiembre para adquirirlos, pero no es el caso habitual en Zamora.

Los libros suben entre tres y cinco euros

La inflación no ha pasado de largo en lo que a los precios de los libros se refiere y los de primaria han subido entre tres y cinco euros del pasado curso al que está por comenzar. De la misma forma, los destinados al ámbito académico del instituto están alcanzando precios de incluso cincuenta euros por ejemplar, suponiendo un gasto medio de unos cuatrocientos euros.

El estudio de Privalia sobre “la vuelta al cole” revela también que el noventa y siete por ciento de las familias españolas, en esa búsqueda del ahorro, comparan precios, en mayor medida de forma online, aunque, el cincuenta y siete por ciento continúa comprándolos en establecimientos físicos, dejándose guiar por amigos, conocidos y publicaciones especializadas.

Segunda mano

Otra de las formas de economizar en este gasto es comprando los libros de texto de segunda mano, aprovechando la tendencia al alza del reciclaje. De la misma forma, otros elementos como la ropa, prendas y material escolar de amigos y conocidos también es ampliamente reutilizado. Sin embargo, los zapatos, que se han posicionado este año como el producto más demandado, seguido del material escolar, la ropa, prendas de deporte y los libros, son muy poco reutilizados, quedándose en un pequeño doce por ciento, debido al desgaste habitual con su uso y por tratarse un producto más personal.

Por este motivo, un gran número de los padres “agradecería” que los centros escolares fueran los que proporcionaran un servicio de reutilización del material escolar. Aunque, este hecho supondría una importante pérdida de ventas para las librerías de la ciudad, que en los últimos años ya han afrontado pérdidas por las ventas online.

Las librerías no pueden competir con la venta en los colegios

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El pequeño comercio de Zamora dedicado a la venta de libros ve como sus ingresos disminuyen por la presencia de gigantes como Amazon en Internet y el plan “releo”, lanzado en los colegios de la ciudad. Los libreros afirman que “el plan con el que las familias beneficiarias reciben los libros de forma gratuita por parte de los centros, provoca pérdidas pronunciadas en sus comercios”. Sin embargo, su mayor problema se centra en “la venta de libros por parte de los colegios”.

Los padres pueden adquirir en los centros escolares los ejemplares que sus hijos necesitarán durante el próximo curso y, para ello, los colegios realizan la compra directamente en las editoriales. “Los precios de los libros de primero a sexto de primaria no están fijados, por lo que estas ofrecen costes más económicos, es competencia desleal, llegan a unas cifras que para las librerías no son posibles”. Además, “ofrecen a los centros educativos regalos o descuentos en diferentes productos, que hacen aún más atractiva la venta”. La diferencia de precio que se abre entre realizar la compra en el comercio local o en el colegio ronda los cuarenta euros, por lo que “en una familia con varios niños es muy significativa”. De la misma forma, dependiendo del colegio y la editorial de los libros por la que se decanten, el presupuesto por cada estudiante puede variar en más de cincuenta euros. Por ello, las librerías zamoranas piden que “los colegios no realicen estas ventas de los libros, que se regulen los precios y se respete a los pequeños comerciantes”.