La ciudad de Zamora homenajea a los hijos de la provincia deportados a campos de concentración nazis con un memorial instalado en la plaza de Alemania. Se trata de 23 adoquines que llevan impresos en latón los nombres de cada una de las víctimas y que siguen la idea del artista alemán Gunter Demnig, quien ideó esta fórmula de la “Stolpersteine”, que significa “piedra que hace tropezar”.