La biodiversidad del padre Duero está en serio peligro si tal riqueza medioambiental no se protege a su paso por la ciudad, el único tramo que se excluyó de la Red Natura 2000, un verdadero dique a la intervención humana en espacios naturales que, en el río que cruza Zamora, deja en el aire la continuidad de 225 especies de vertebrados terrestres, denuncian los expertos. De poco sirve que estos animales se incluyan en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, bajo el tan manoseado y poco respetado interés especial.

La voz de alarma se dio hace décadas, cuando las riberas del río Duero comenzaron a “integrarse” en la ciudad, aquel casi lema “una ciudad que mira al río” se tradujo en la semiurbanización del bosque que entonces poblaba, con diversidad de especies de fauna y flora, aquel tramo ahora convertido en paseo en la margen derecha. Y que la crisis detuvo en la izquierda, donde la intervención fue menos agresiva y en la actualidad apuesta por el respeto hacia esta biodiversidad, defendida por el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora.

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