Vicente, un hombre de 75 años, estaba renovándose el DNI cuando empezó a sentirse indispuesto. Rápidamente una agente de la Policía Nacional le tumba en el suelo y le explora. A la agente de paisano se suma un mosso de Esquadra fuera de servicio que estaba realizando diferentes trámites para su familia y también otra patrulla de la Policía Autonómica. Comienzan a realizarle un masaje cardiaco y utilizan también un desfibrilador, con lo que consiguen estabilizarle hasta que llegan los servicios sanitarios. La rápida actuación de estos agentes y sobre todo el desfibrilador obligatorio en todos los lugares públicos salvaron la vida de este hombre tras sufrir un infarto.