La Policía ha detenido a tres de los obreros que se dedican al desescombro del edificio que sufrió una explosión de gas el pasado viernes en el centro de Madrid. Los sorprendieron tras robar efectos personales de los vecinos desalojados, como perfumes caros y joyas. Los afectados se dieron cuenta de que les faltaban algunas pertenencias y los agentes sorprendieron a los trabajadores con el botín. Se les acusa de un delito de hurto.