Casi un millar de palistas de 17 países han participado en la edición número 78 del Descenso del Sella, en la localidad asturiana de Ribadesella. Fiesta que conjuga deporte y ganas de pasarlo bien. Sin dormir y con energía para lo que queda. Una actividad que se inculca a los más pequeños para que la tradición continúe.