Los vecinos y familiares del religioso contagiado por ébola, Miguel Pajares, se muestran aliviados por la vuelta a casa de su vecino, en especial, sus hermanos Feliciano y Emilio. El religioso es muy querido en la localidad y participataba en diversos actos y festividades. Los vecinos no dudan de que aquí, su tratamiento y condiciones seran inmejorables.